Jose Oliva
Barcelona, 20 may (EFE).- Las salas de subastas de arte van retomando su actividad, fundamentalmente de manera virtual, según ha explicado la directora de la sala de Barcelona La Suite, Beatriz du Breuil, que considera que uno de los beneficios de la pandemia será la internacionalización del sector.
«Desde una pantalla vendes a todo el mundo», explica Du Breuil en una entrevista con Efe, justo en una semana en la que realizarán su primera subasta desde que se declaró el estado de alarma, centrada en el arte del siglo XX.
«En la actualidad podemos atender visitas con cita previa, pero con la pandemia tuvimos que suspender toda nuestra actividad, incluida la subasta de la mayor colección privada de documentos y manuscritos del poeta chileno Pablo Neruda», comenta la responsable de La Suite.
La Suite solo tuvo que acabar en casa los últimos flecos de la subasta, que tenían muy avanzada y que tendrá lugar mañana jueves de manera virtual, que «es una manera de trabajar a la que estamos habituados», reconoce Du Breuil.
Esta subasta virtual estará integrada por 89 lotes de arte del siglo XX, con pinturas de artistas como Manolo Hugué, Louis Marcoussis, Salvador Dalí, Celso Lagar, Eduardo Arroyo o Xavier Valls, vidrios de Émile Gallé y otras piezas de Art Nouveau, así como mobiliario y artes decorativas Art Déco y diseño de mediados del siglo XX, entre ellos una mesa y sillas de comedor de Óscar Tusquets.
Du Breuil destaca «el lote 1, de la pintora Blanche Camus, de quien vendimos ya otros dos cuadros en subastas anteriores, consiguiendo con uno de ellos el récord mundial de la artista».
El confinamiento también les ha impedido hacer valoraciones de piezas, «una labor que ha tenido que ser 100 % digital, a través de fotografías», pero la responsable de La Suite detecta «interés en los clientes, que están receptivos».
Beatriz du Breuil es consciente de que su negocio «no es un sector de primera necesidad» y que «se ha visto afectado, ya que museos y galerías estaban cerrados», y piensa que «estarán más afectadas aquellas salas de subastas que dependan de un cliente más local».
«El mundo se ha hecho más pequeño», proclama, «para lo malo, como se ha demostrado con un virus surgido en China que ha afectado a todo el mundo en un mes, pero también para lo bueno, como demuestra que haya recibido llamadas de interés de coleccionistas australianos, belgas o franceses por el lote de la pintora francesa Blanche Camus».
En esta reanudación, La Suite ha hecho un esfuerzo en los precios, con varios lotes que salen por un precio inferior a 100 euros.
El principal revés que ha tenido La Suite desde la declaración del estado de alarma ha sido el aplazamiento de la subasta de la mayor colección privada de Neruda, 603 piezas, entre documentos, manuscritos, libros dedicados y fotografías, propiedad del empresario bodeguero riojano Santiago Vivanco, que estaba prevista para el pasado 19 de marzo.
La Suite se puso en contacto con Vivanco y se decidió retomar esa subasta «después del verano, en el último trimestre del año, porque todas las fundaciones, universidades e instituciones que pudieran estar interesadas, ahora están parados».
Tras la subasta de mañana, La Suite ha programado para el 20 de junio otra de arte de época medieval y colonial.
La subasta de La Suite coincide esta semana con otra de la sala madrileña Odalys, en la que se podrá pujar por una amplia selección de fotografía de los siglos XX-XXI de autores como Sophie Calle, Douglas Gordon, Walter Otto, Chema Madoz o Eva Lootz Pater; y otra de fotografía antigua. EFE
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