La banca ultima su plan para evitar la exclusión financiera y uno de sus objetivos es conseguir que medio millón de personas más en España puedan tener acceso al efectivo en sus propios municipios, según ha anunciado este jueves la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán.
Durante su intervención en un curso de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Kindelán ha explicado que en los próximos días la banca tendrá información detallada sobre el nivel de acceso a los servicios financieros de buena parte de la población, especialmente de quienes viven en las zonas menos habitadas.
Toda esa información se hará pública «antes de vacaciones» y el compromiso del sector es cerrar esa brecha entre quienes tienen más dificultades para acceder al efectivo y buscar fórmulas, más allá de un cajero automático, que resuelvan este problema como acuerdos con Correos, ofibuses o la ayuda de agentes de zona.
«La idea es que medio millón de personas más pueda tener acceso al efectivo en sus municipios», ha añadido la presidenta de la AEB, quien ha recordado que el sector empezó a tomar medidas desde principios de año para mejorar la atención a los mayores.
Ante las dudas de asociaciones de consumidores sobre el alcance de estas iniciativas, Kindelán ha insistido en que el sector emplea muchos indicadores para medir la situación y, ha recordado, se ha comprometido con el Gobierno a dar cuenta de ellos, «quizá a finales de julio o principios de septiembre».
Entonces veremos el resultado de las medidas adoptadas hasta el momento, ha explicado antes de avanzar que están «muy satisfechos».
MÁXIMA COLABORACIÓN CON CECA
Para conseguir este objetivo, Kindelán ha elogiado la estrecha colaboración de la AEB con las dos otras patronales del sector bancario, CECA -los grupos creados por antiguas cajas- y Unacc -cajas rurales y profesionales-.
A la pregunta de si esa estrecha colaboración podría traducirse durante su mandato en una fusión de la AEB y CECA, Kindelán ha aclarado que su «objetivo» no es ése sino la coordinación entre ambas patronales, que es en lo que están. «En las cosas importantes estamos juntos y seguiremos juntos», ha añadido.
Previamente, la presidenta de la AEB había hecho un repaso de la situación del sector, en el que destacó la buena situación financiera de las entidades, preparadas para los nuevos retos, invirtiendo en su transformación y con «sensibilidad social» y foco en la transición sostenible.
Además, destacó que la rentabilidad del sector ha mejorado, pero advirtió de que aún no cubre el coste de capital y es clave que el sector sea rentable y compita «en igualdad de condiciones con los nuevos jugadores» para cumplir su función de financiar a la economía.
Ante la previsible subida de los tipos de interés en Europa, destacó que la morosidad del sector sigue en niveles «muy bajos» y no hay ninguna señal de preocupación al respecto. De hecho, ha añadido, la situación es mejor de lo esperado cuando empezó la pandemia.
Kindelán ha insistido también en su idea de que la unión bancaria debe avanzar y la banca tiene el reto de acompañar a sus clientes en la descarbonización. «Lo más fácil para el sector financiero es financiar lo verde, lo difícil, el reto y lo necesario, es financiar lo menos sostenible para ayudarles en esa transición», ha explicado.