El presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, Braulio Medel, ha anunciado este Jueves Santo que dimitirá del cargo en un corto período de tiempo para hacer una transición ordenada, decisión que se conoce tres semanas después de que el Protectorado de Fundaciones Bancarias dudara de su idoneidad para el puesto.
Fuentes financieras han informado a EFE de esta próxima renuncia, para la que Medel -veterano financiero andaluz- aduce como motivos las presiones recibidas por los patronos de la fundación y circunstancias familiares de él, que venía siendo cuestionado desde diversas instituciones.
El anuncio de esta marcha llega en una situación de crisis tanto en la Fundación Unicaja, principal accionista de Unicaja Banco con un 30 por ciento del capital, como en esta entidad financiera, que es el quinto banco de España y en el que dimitieron tres consejeros independientes en un plazo de tres semanas.
El Protectorado, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, expresó serias dudas de que concurran la necesaria idoneidad y honorabilidad comercial y profesional en Braulio Medel para desempeñar su función y cuestionó que ejerza en beneficio exclusivo de los intereses de la Fundación Unicaja y que haga una adecuada gestión de su participación en el banco.
Este protectorado -organismo de control de las fundaciones- pidió al patronato de la Fundación Unicaja que encargara un informe sobre su gobernanza a una entidad independiente de primer nivel, en el que se pronuncie sobre si Medel sigue reuniendo requisitos legales para ser patrono de la institución que preside.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, aseguró recientemente que el Banco Central Europeo y el Banco de España están «muy preocupados por la deriva en la gobernanza» de Unicaja Banco y que ella lo estaba también por la deriva en la gobernanza de la Fundación Unicaja.
Además, la Fiscalía abrió recientemente diligencias de investigación contra Braulio Medel para determinar si unos hechos denunciados por la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) pueden constituir presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal.
En el origen de la crisis en la Fundación Unicaja y Unicaja Banco está que a los consejeros que representan a la fundación en la entidad bancaria se les reprocha un supuesto alineamiento con el bloque del consejo de administración procedente de Liberbank, absorbida por Unicaja Banco.
Esos consejeros han sido criticados por alterar con su posicionamiento el reparto de poder interno pactado en aquella fusión, que dio mayoría al sector procedente de la antigua Unicaja.
En Unicaja Banco se produjo la pasada semana la circunstancia de que el presidente ejecutivo, Manuel Azuaga, votó en contra de la declaración institucional aprobada por su consejo de administración en la que, entre otras cosas, se rechazaban «injerencias políticas» en relación con la entidad y con los accionistas, clientes y empleados.
Para el Protectorado de Fundaciones Bancarias, el análisis de la documentación que requirió a la Fundación Unicaja, preocupado por la situación, y la información que otros le han trasladado evidenciaban un deterioro de la gobernanza de esa entidad con trascendencia para su reputación.
Ese organismo consideró que tales problemas suponían un riesgo para la gobernanza de Unicaja Banco y que las dimisiones de consejeros evidenciaban la crisis en esa entidad, sobre la que expresaron preocupación y pidieron actuaciones los supervisores financieros (Banco Central Europeo, Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores).
El Protectorado recibió en los últimos meses escritos, peticiones y remisiones de información sobre la Fundación Unicaja que consideraba muy preocupantes. EFE