Los trabajadores que ganen menos de 35.200 euros tendrán una rebaja en las retenciones de trabajo por IPRF en 2023, debido al ajuste derivado de la rebaja del impuesto para las rentas de hasta 21.000 euros anuales. Así como de la elevación de 14.000 a 15.000 euros del salario bruto anual a partir del cual se paga se tiene que tributar por dicho impuesto.
Desde Hacienda justifican que el cambio se debe a razones únicamente técnicas, pensados «para evitar errores de salto que se producen cuando desparece la reducción por rendimiento del trabajo». El objetivo es «impedir que una subida de la renta implique un incremento muy superior del tipo de retención«.
Pagar menos en 2023 y más en 2024
Así, los contribuyentes con unos ingresos de entre 21.000 euros y 35.200 euros a los que les salga a pagar la declaración, tendrán que tributar algo más. Mientras que a quienes les salga a devolver, recibirán algo menos, al haberse beneficiado en 2023 de una retención menor a la que realmente les correspondían.
Por tanto los empleados que se encuentran en la horquilla verán sus retenciones reducidas por el IRPF de cara a la declaración de 2023 -y que se presentará en 2024-, pero tendrán que pagar más en el IPRF de 2024. Con esta medida, la rebaja beneficiará a nueve millones de contribuyentes.
La cuota tendrá como límite máximo el resultado de aplicar el porcentaje del 43% a la diferencia positiva entre el importe de la cuantía total de retribución y el que corresponda, según su situación, de los mínimos excluidos de retención previstos.
La rebaja es efectiva sobre la reducción de rendimiento del trabajo, con un marginal efectivo del 51%, y lo amplía no solo a los que tengan rendimientos superiores a entre 18.000 y 21.000 euros, sino también a éstos últimos.