Los bancos y el Ministerio de Economía están manteniendo negociaciones para un plan de ayuda a los hipotecados con bajos ingresos. Afectaría a los préstamos que se encarezcan un 30% por la subida del euribor y para familias que tengan ingresos anuales que no superen en tres veces el IPREM (lo que equivale a 24.300 euros actualmente y 25.200 a partir de enero de 2023).
Desde del departamento que dirige Nadia Calviño, han manifestado que tienen como objetivo lograr «cuanto antes» un acuerdo para poner en marcha el «plan de rescate a los hipotecados vulnerables». Las negociaciones se están manteniendo con las patronales bancarias AEB que aglutina a los principales bancos en nuestro país.
El objetivo es extender el plazo de las hipotecas para aliviar la cuota mensual que se paga por la vivienda. El euribor en el último año ha subido desde el -0.46% hasta el 2,68% en septiembre de este año. Este incremento supone pagar de media entre 150 y 200 euros más al mes para aquellos clientes que tenga un préstamo variable y revisen ahora sus condiciones.
Hipotecas firmadas a partir de 2012
En principio, esta medida se aplicaría sobre hipotecas a tipo variable firmadas a partir de 2012 para la compra de una primera vivienda. Uno de los requisitos que plantea es que el esfuerzo que se destina al pago mensual sea al menos el 40% de los ingresos de la familia, lo que se considera un nivel de alto endeudamiento.
Las entidades que se acojan al nuevo Código de Buenas Prácticas lo harán por un plazo de 12 meses. Además se comprometerán a informar a los clientes a través de las oficinas y en sus propias webs a los clientes de si han incumplido en el pago de la cuota hipotecaria o tengan problemas para el abono de la cantidad correspondiente.
Otras de las medidas que estaría sobre la mesa es la que propuso de CaixaBank de recuperar las moratorias en el pago del capital durante 12 meses para hipotecados con dificultades económicas. Al igual que se hizo como se hizo durante la pandemia del Covid-19 para evitar impagos y aliviar la carga financiera de las familias. Aunque esta alternativa no convence a todo el sector de la banca.