El euríbor sigue creciendo. Desde abril de este año, la subida del principal indicador de las hipotecas variables en España ha sido imparable. El indicador está a punto de despedir octubre con una media del 2,621%, un valor no visto desde enero de 2009.
Las sucesivas subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo, cuatro veces este año, para intentar combatir la inflación, provocan no obstante un escenario alcista en el mercado hipotecario. La semana pasada el regulador europeo subió los tipos de forma agresiva un 0,75% hasta fijarlos en el 2%, con lo que las cuotas de los hipotecados suben.
Según el departamento de intermediación hipotecaria de la start up Hipoo, las hipotecas de tipo variable subirán un 35% más que el año pasado. Según sus previsiones:
- Para una hipoteca media de 100.000 euros a 25 años, si en 2021 se pagaba de cuota mensual 377 euros, a día de hoy, y haciendo la revisión del euríbor con su media de octubre, la cuantía a pagar ascendería a 508 euros, es decir 131 euros más al mes.
- Para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, si en 2021 se pagaba de cuota unos 565 euros, haciendo hoy la revisión del euríbor, el pago del préstamo hipotecario supondría alrededor de 762 euros. Es decir, 197 euros más al mes.
- Para una hipoteca media de 200.000 euros a 25 años, si en 2021 se tenía que abonar una cuota mensual de 753 euros, actualmente el hipotecado tendría que pagar 1.016 euros al mes, o lo que es lo mismo, 263 euros más al mes.
En España, la hipoteca media es de 137.921 euros a devolver en 24 años y con un diferencial de euríbor más un punto, según el INE (datos de 2021). Con este panorama, el Ejecutivo y las principales patronales bancarias (la CECA y la AEB) están muy cerca de pactar una fórmula para mitigar el impacto del fuerte encarecimiento de las hipotecas. Se trabaja en dos escenarios.
El primero, una congelación temporal de las cuotas a los más vulnerables, que incluiría también una ampliación del plazo de amortización para facilitar los pagos. La segunda, y que menos gusta, es aplicar una moratoria al pago de los préstamos, como ya se hiciera en los peores momentos de la pandemia.
Cliente vulnerable
El principal problema está ahora en la definición de lo que se entiende por cliente vulnerable. El código de buenas prácticas hipotecarias que el Gobierno y los bancos acordaron en 2012 fija ese umbral en 24.319 euros (tres veces el Iprem), pero además exige que el esfuerzo del hogar para hacer frente al pago hipotecario haya aumentado sustancialmente y que la cuota hipotecaria supere el 50% de los ingresos.