El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, reunió este martes en la capital a más de 2.800 directivos de la entidad en un acto en el que expuso la estructura del nuevo grupo financiero fruto de la alianza de la institución madrileña con Bancaja y otras cinco cajas de menor tamaño. Según informaron distintos asistentes al encuentro, celebrado en el Palacio de los Deportes de Madrid, Rato explicó la nueva estructura de la «fusión fría» con la que las siete cajas compartirán resultados, riesgos y solvencias bajo un Sistema Institucional de Protección (SIP).
El Banco de España aprobó este martes el SIP, que durará al menos 15 años y estará formado además de por Caja Madrid y Bancaja por la Insular de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja, así como el visto bueno a una ayuda pública de 4.464 millones.
Las siete entidades crearán juntas un grupo financiero que con más de 340.000 millones en activos desbancará a La Caixa como la primera caja de ahorros de España.
En un comunicado, Caja Madrid informó de que en el encuentro, Rato instó a los directivos de la entidad a «apostar por la búsqueda del liderazgo en el sector financiero español, lo que significa jugar en «la primera división del sistema europeo».
En palabras de Rato, «estamos creando una entidad de referencia, en alusión no sólo al SIP sino también de un nuevo modelo (de banca) comercial.
Además, confirmó que el importe de las sinergias netas derivadas de la integración será de 500 millones de euros anuales, que compensarán totalmente el coste financiero del FROB, tal y como se conoció la semana pasada.
Esta sinergias, explicó, se conseguirán gracias un proceso de ahorro de gastos generales en servicios centrales del 10%, una racionalización de la red comercial del orden del 12% y una «optimización» de la plantilla cercana al 14%.
Recortes «sensiblemente inferiores» a los que han necesitado, proporcionalmente, otros procesos de integración, remarcó Rato.
En el protocolo del SIP se recoge que la entidad resultante reducirá cerca de unos 3.400 empleos de los 26.000 trabajadores de todo el grupo, principalmente a través de prejubilaciones.
Aunque sobre este aspecto, Rato sólo afirmó que existe un compromiso para abordar los «posibles ajustes en un marco de negociación con los representantes de los trabajadores, intentando acordar las medidas menos traumáticas y que tengan el mayor consenso posible».
En cualquier caso, el presidente de Caja Madrid, pidió a todos los empleados del nuevo grupo que se sientan «orgullosos, independientemente del rótulo que aparezca en la oficina» y destacó los «esfuerzos» realizados por la entidad madrileña para contener la morosidad, que cayó en mayo hasta el 5,40%.
A la reunión celebrada por Caja Madrid este martes estaban invitados además de los miembros del consejo de administración de la propia caja, los directores generales de la entidad, así como los máximos responsables de cada área, departamentos y coordinadores. En total unas 2.700 personas procedentes de toda España.
Junto a Rato, intervinieron en el acto entre otros, el director financiero y de medios de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, y el director general de negocio, Matías Amat.