Los grupos españoles Globalia, propiedad de Juan José Hidalgo (Viajes Halcón) y Oasis, de Pedro Pueyo, han llegado a un acuerdo que pone fin a casi dos años de conflicto empresarial y judicial entre ambas empresas de turismo. La guerra, que tenía lugar en Méjico, amenazaba con dejar fuera de juego del sector hotelero mejicano a los dos grupos que ya se estaban resintiendo por las importantes pérdidas económicas sufridas.
Una sentencia del Tribunal de Arbitraje de París condenaba a Globalia a pagar a Oasis una multa de 45 millones de dólares por daños y perjuicios, y otra del estado de Atlanta prohibía la comercialización y alquiler de habitaciones del Grupo Oasis en Cancún en los mercados de Estados Unidos, Canadá y Europa. El conflicto estaba teniendo también graves consecuencias para el sector turístico de Cancún y la Ribera Maya, donde el consorcio operaba con 10 hoteles de lujo y 4.000 habitaciones, lo que representa el 20 por ciento del sector en esos destinos. La situación estaba causando tantas pérdidas y había llegado a tal enquistamiento, que han sido las autoridades mejicanas de la región quienes han tenido que intermediar en el acuerdo para impedir que siguiera dañándose el turismo en esos enclaves estratégicos.
Según el acuerdo alcanzado, Globalia operará hasta el 30 de abril de 2012 tres hoteles bajo la marca “Be Live” con un total de 750 habitaciones, en tanto que Oasis operará los otros siete hoteles restantes del Caribe Mejicano, 3.150 habitaciones, con sus marcas conocidas.
El acuerdo pone fin a los diversos litigios nacionales e internacionales, por lo que podrán comercializar de nuevo sus destinos turísticos desde Estados Unidos, Canadá y Europa, hasta ahora prohibidos. Ello supone un importante balón de oxigeno para la recuperación de las dos empresas españolas y para el conjunto del sector en el Caribe que había visto en el último año una espectacular caída de precios y alojamientos, producto de esa guerra empresarial.