Nueva Rumasa ha empezado a dejar de devolver el dinero de sus inversores, que en algunos casos cuentan ya con pagarés vencidos el pasado 20 de febrero y que no han sido atendidos, según fuentes jurídicas consultadas este martes por Efe.
Los despachos de abogados que asesoran a los afectados sostienen que la colocación de los pagarés de las empresas del grupo se hizo prácticamente «a la carta», ya que los importes y las fechas de vencimiento son muy diferentes.
Según los datos proporcionados por Nueva Rumasa, cerca de 5.000 particulares acudieron a las emisiones de pagarés que hicieron empresas como Carcesa o Hibramer por un importe total de 140 millones de euros.