Los antiguos consejeros de Marsans rechazaron que su actuación causara o agravara la situación de insolvencia del grupo turístico, al tiempo que destacaron su falta de conocimiento e intervención en las salidas de dinero hacia otras empresas del conglomerado.
Así lo señalaron durante la vista celebrada en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid para decidir si les embargan bienes para cubrir el agujero patrimonial del grupo, cifrado en 424,4 millones de euros.
La administración concursal insistió en solicitar el embargo contra los consejeros que firmaron las cuentas del grupo turístico de 2009, ya que entonces reflejaban una «monstruosa desaparición de dinero de Marsans», que era una «fábrica de dinero para otras empresas del grupo».
Entre los consejeros figura un primo del Rey, Carlos de Borbón y Dos Sicilias, y el exvicepresidente primero de Banif Emilio Novela, además del empresario José Félix de Rivera, Ignacio Pascual (hijo de Gonzalo Pascual) y Gerardo Díaz Santamaría (hijo de Gerardo Díaz Ferrán).
Los representantes de los consejeros negaron que las cuentas mostraran una situación irregular en el grupo turístico, y destacaron su limitada participación en las decisiones de Marsans, que atravesaba «su mejor momento» cuando cesaron en sus funciones en octubre de 2009, nueve meses antes de que fuera declarado en concurso de acreedores.
«La firma de las cuentas anuales no generó ni causó una situación de insolvencia ni agravó la misma», afirmó el abogado de Emilio Novela, que señaló que «no había más remedio que firmar las cuentas anuales» por obligación legal.
El abogado de Carlos de Borbón y Dos Sicilias, el catedrático de Derecho Mercantil Ángel Rojo, también sostuvo que su defendido no actuó con «dolo o culpa grave» al firmar las cuentas, al tiempo que destacó que desconocía los préstamos que Marsans realizó a otras empresas del grupo y que, según la administración concursal, motivaron la insolvencia.
En concreto, las cuentas revelaban préstamos a la matriz del grupo, Teinver, por valor de 221 millones de euros, que eran de dudosa recuperación.
Precisamente, la empresa auditora de Marsans, Pricewaterhouse Coopers, se negó a expresar su opinión sobre las cuentas anuales a la vista de que no podía valorar la suficiencia de las garantías que había dado Teinver para devolver dichos préstamos.
La administración concursal, representada por el letrado Edorta Etxarandio, sostuvo que los antiguos consejeros de Marsans, «no siendo realmente los autores materiales de la crisis de liquidez que desemboca en la insolvencia, son responsables desde el punto de vista legal por la inexistencia de un control debido y por suscribir y presentar unas cuentas anuales irregulares».
Los representantes de los consejeros insistieron en que la firma de auditoría no reveló la existencia de irregularidades dentro del grupo, cuya situación en octubre de 2009 «era óptima y nada hacía presagiar un final como el que ha tenido Viajes Marsans».
De hecho, los abogados de Carlos de Borbón y Dos Sicilias, Emilio Novela y José Félix de Rivera recordaron que la empresa contaba con una oferta de compra por importe de 350 millones de euros cuando dejaron de formar parte del consejo de administración.
También destacaron que tenían cargos de consejeros independientes, con unas funciones limitadas «frente a los dominicales, que podían hacer y deshacer sin el consentimiento de aquellos», dijo el abogado de Emilio Novela.