Isidro Fainé presidía este jueves otra junta de accionistas. Pero ésta no era una más. Se trataba de la primera Junta General de Accionistas desde que LaCaixa se convirtió en CaixaBank y, a pesar de que los datos que corresponden a 2011 son un 13% menos que en 2010, el resultado neto ha sido de 1.053 millones de euros.
En la Junta de Accionistas hemos visto muchos números, pero a la mayoría de los que han formulado alguna pregunta a los altos ejecutivos, les preocupaba las participaciones preferentes. Es decir, bonos cuya rentabilidad está sujeta a los beneficios del banco. No se trata de depósitos garantizados ni acciones ordinarias. Las entidades ofrecen recomprarlas por un valor inferior o canjearlas y el canje puede ser por acciones, bonos convertibles o deuda subordinada.
CaixaBank ofreció canjear un 30% de las preferentes por bonos convertibles y el 70% en obligaciones subordinadas a 10 años. O sea, que hasta dentro de 10 años el cliente no puede recuperar el 100% de su dinero y esto es lo que más inquietaba a cinco de los accionistas que han preguntado este jueves en la junta. Uno de ellos, Francisco López Córdoba, ha llegado a calificar esta práctica de «mercachifleo». Denunciaba el «engaño» que, a su juicio, realizó la entidad mientras ofrecía un «producto tóxico», al tiempo que preguntaba cómo un matrimonio de 80 años «iba a esperar diez años para poder tener acceso a todos sus ahorros».
La respuesta de Isidro Fainé, presidente de la entidad, y Juan María Nin, vicepresidente y consejero delegado, ha sido la misma. Y se resume en que «el mundo ha cambiado», señalaba Nin. Nin también indicaba que el canje aporta mayor liquidez y mejor rentabilidad que las participaciones preferentes tras la modificación de su normativa, aunque ha reconocido que este cambio legislativo ha sido «un problema» para el que las entidades financieras han debido pensar respuestas. La fórmula adoptada por CaixaBank fue aceptada por el 99% de titulares de preferentes de la entidad.
Uno de los accionistas les acusaba de «falta de sensibilidad», algo a lo que Isidro Fainé ha contestado contextualizando la situación. Fainé ha querido dejar claro que producto funcionó «sin ningún tipo de problema» hasta hace meses. Entonces, cambió su valoración y «el cambio de las reglas del juego ha creado este problema», apuntaba. «Esto pertenece a los reguladores, al Gobierno elegido democráticamente».Por tanto, Fainé no ve falta de sensibilidad. Más bien al contrario porque CaixaBank es la «única entidad en España» que de forma «voluntaria» decidió subir las obligaciones preferentes a sus clientes. Ahora «el mundo ha cambiado» y aquella retribución ha bajado.
Cristina Rodríguez/EP