En este 2012, año de grandes incertidumbres económicas y financieras, parece que CaixaBank encuentra la manera de capear el temporal.
El presidente, Isidro Fainé, ha dado a conocer estos datos en una rueda de prensa celebrada este jueves en Barcelona. Fainé comenzaba destacando que 2011 había sido para CaixaBank un «buen ejercicio». No obstante, las «claves» han sido mantener la solvencia y fomentar la liquidez. Y ése es el guión que esperan continuar en los próximos meses.
De momento, en el primer trimestre de 2012, las cifras no van mal. Con la entrada en vigor del Real Decreto Ley 2/2012 o, lo que es lo mismo, la reforma financiera, la entidad ha logrado mejorar todos sus márgenes, con un crecimiento del 25,3% del margen de explotación, del 10,2% del margen de intereses y del 8,3% del margen bruto. Esto se traduce en un beneficio de 48 millones de euros.
Juan María Nin, vicepresidente de CaixaBank, definía la reforma como «decretazo» y aseguraba que, desde que se hizo efectivo, se ha aplicado manteniendo la liquidez y «aquí paz y después gloria».
«El primer trimestre de 2012 ha sido «excepcional», señalaba minutos antes el número uno de la entidad, Isidro Fainé. Y los datos lo demuestran: la liquidez que tiene CaixaBank en la actualidad es de 29.436 millones, un 40,5% más con respecto a diciembre de 2011. Un 10,6% de los activos totales.
Pero si hay un número que indique que una entidad bancaria no sólo consigue aguantar en plena crisis, sino que continúa creciendo, es el número de clientes nuevos. En los tres primeros meses de 2012, CaixaBank ha captado a 327.500.
En cuanto al volumen de negocios, de diciembre de 2011 a marzo de 2012 se ha incrementado un 0,5%. Pasando de 427.252 millones a 429.509 millones.
Fusión con Banca Cívica
Todos estos datos se quedarán obsoletos el próximo mes de julio. Fecha en la que se hará efectiva la fusión con Banca Cívica (Caja Navarra, CajaCanarias, Caja de Burgos y Cajasol). El acuerdo de integración aún está sujeto a la aprobación de los órganos de Gobierno y los reguladores pero, una vez que cristalice, habrá nacido la entidad «líder» del mercado español. Con unos activos de 342.000 millones, más de 14 millones de clientes y una cuota de mercado en depósitos del 14%, en crédito del 13,4% y del 10,55 en total de activos.
Según el vicepresidente de CaixaBank, la entidad resultante estará «plenamente integrada» en el banco en abril de 2013.
«Es una operación buena para los dos», señalaba el presidente Isidro Fainé. Aparte del incremento en volumen de activos, número de clientes y cuota de mercado, la fusión por absorción revalorizará las acciones de CaixaBank. De este modo, se calcula que en 2014 el beneficio por acción subirá un 14% y todo esto «sin ayudas públicas», incidía Fainé. «Es una apuesta por la economía española a medio y largo plazo».
En la ronda de preguntas, lo más cuestionado ha sido si el grupo catalán seguirá adelante con los planes de reestructuración de la plantilla que han puesto en marcha cajas integradas en Banca Cívica como es el caso de Cajasol. «Hasta julio (fecha en la que la fusión será una realidad), la responsabilidad de la ejecución es de Cajasol», indicaba el vicepresidente Nin. Lo cierto es que Banca Cívica pretende recortar 1.500 empleos entre las cuatro entidades que la conforman. Si bien, ni el presidente ni el vicepresidente de CaixaBank han querido mojarse en este tema. Dicen que el proceso estará terminado en julio, que es cuando su banco tomará las riendas de la entidad resultado. Hasta entonces, «son decisiones de Banca Cívica».
Cristina Rodríguez/ Enviada Especial