El asesor a la Presidencia de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Vicente Nácher, ha responsabilizado este martes de la subida de precios de los combustibles experimentada en las últimas semanas a la escasa competencia existente en el mercado español, así como a las exportaciones de gasolina a Estados Unidos que se produce todos los años por estas fechas.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Nácher ha reconocido su «preocupación» por el «cierre del mercado» español, en el que hace una década operaban decenas de compañías y, en la actualidad, «prácticamente son cuatro», y ha citado a Repsol, Cepsa, BP y Galp. «Esto nunca es bueno, porque el mercado se cierra y los precios se hacen más monolíticos», según ha dicho.
Junto a este fenómeno, el incremento en los combustibles que siempre parece acompañar a las vacaciones, particularmente las de verano, se deriva, según Nácher, de «la ley de la oferta y la demanda», ya que España produce más gasolina de la que consume y ese excedente «se envía a Estados Unidos, donde en esta época del año se consume más y, por tanto, el precio aquí sube».
Además, ha matizado que mientras la gasolina ha subido, el precio del diésel se ha relajado porque durante los meses estivales la actividad del transporte cae y también la demanda de este producto. «Y también hay que recordar que en abril la gasolina estuvo mucho más cara», ha recordado.
En cualquier caso, «las familias asignan un capital a la gasolina y, valga lo que valga, eso es lo que ponen y, cuando se acaba, se ha acabado». «Lo que hace unos años era un chiste ahora es verdad: ‘Me han dicho que ha subido la gasolina’ ‘Me da igual, yo siempre pongo 20 euros'», ha bromeado Nácher, asegurando que aunque en vacaciones se vende más, este año el volumen de negocio es inferior al del año pasado y «mucho menor» que el de 2010.
No es un chollo tener una gasolinera
A renglón seguido, el asesor de CEEES ha aclarado que las gasolineras «no son un chollo», sino «un negocio como otro cualquiera». «Hay que desmitificar esa idea: una gasolinera es un negocio como otro. De hecho, en los últimos años se han cerrado bastante. Tenemos en el recuerdo la imagen del monopolio, de cuando era un negocio protegido y seguro. Pero desde que acabó el monopolio en 1994 esto hay que pelearlo día a día», ha insistido.
Asimismo, ha apuntado que los empresarios de las gasolineras no son los que fijan los precios del combustible, que «vienen dados por las compañías petrolíferas» y que la percepción general de que las estaciones de servicio son «sitios caros» se deriva de que «todos los productos de primera necesidad parecen caros».
El precio del litro de gasolina ha repuntado en la primera semana de agosto un 0,77%, hasta superar los 1,44 euros, alcanzando su nivel más alto desde finales de abril, según datos del Boletín Petrolero. Por su parte, el precio del litro de gasóleo sí que ha encadenado su segunda semana a la baja, tras caer un 0,94%, y se ha situado en 1,361 euros. El precio del litro de gasolina se ha encarecido en lo que va de año un 11,1%, mientras que el de gasóleo es un 5,9% más caro que en enero. En términos interanuales, el combustible es un 6,3% más caro.