Alfredo Sáenz Abad ha comunicado este lunes al consejo de administración del Banco Santander la renuncia voluntaria a sus cargos de vicepresidente y consejero delegado de la entidad, dejando además de formar parte del consejo, según informó la entidad de Emilio Botín.
El máximo órgano de gobierno de la entidad ha acordado nombrar nuevo consejero delegado a Javier Marín Romano, que se incorporó al Grupo Santander en 1991 y que hasta la fecha era director general del banco y responsable de la división global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada.
Alfredo Sáenz, nacido en 1942 en Getxo, Vizcaya, tiene una larga trayectoria profesional en el sector financiero, llegando a ser el número dos de Emilio Botín. Comenzó su camino profesional en 1965 como director ejecutivo y consejero en Tubacex Inc, en Texas y Latinoamérica, donde llegó a ser presidente hasta su marcha en 1980.
Fue nombrado vicepresidente primero del Banco Bilbao Vizcaya (1990-1993), dónde también fue Consejero Delegado (1988-1990). Estuvo en la entidad vasca doce años, hasta 1993. Compaginó esta época con su incorporación en 1983 al Consejo de Administración de Banca Catalana y el Fondo de Garantías de Depósitos, siendo nombrado posteriormente Consejero Delegado (1987-1994).
En 1994 accedió a la presidencia de la Corporación Industrial BANESTO, ese mismo año también fue nombrado consejero de Telefónica y del Banco Santander. Cinco años después de llegar a la presidencia de Corporación Industrial BANESTO, en 1999 es confirmado como presidente de BANESTO tras la fusión entre el Banco Santander y el Central Hispano.
Finalmente, Sáenz fue nombrado vicepresidente segundo del Banco Santander y Consejero Delegado en 2002, donde ha mantenido su cargo durante once años.
El salvador de BANESTO
Alfredo Sáenz fue nombrado presidente de Banesto en 1993, tras la intervención del Banco de España en diciembre de ese año que propició la destrucción del consejo de administración y la salida de Mario Conde.
La entidad fue fundada en Madrid en 1902 y actualmente Banco Santander controla el 89,74% de la misma. A principios de los 90, con Mario Conde como presidente de BANESTO (1988-1993), el banco estuvo implicado en un problema de morosidad bancaria y falta de capital. La intención de Conde fue la recapitalización de la entidad mediante un acuerdo que suponía la entrada a la entidad de JP Morgan, principal entidad estadounidense por la época. El Banco de España rechazó esta operación, intervino BANESTO en diciembre de 1993 y nombró a Sáenz presidente (1993-2002).
En 1994, Banesto fue adquirido por Banco Santander. En febrero de 1998, lanzó una OPA sobre el 100% del capital social de Banesto por el que se hizo con el 97,5% de las acciones. Un año después, la entidad presidida por Sáenz potenció su negocio gracias a un servicio de compra y venta de valores a través de internet. Ese mismo año también puso en marcha la banca móvil por la red. Banesto ha obtenido varios premios de la Asociación de Usuarios de Internet a la ‘Mejor empresa en incorporar Internet en su desarrollo estratégico’.