Telefónica ha cerrado un acuerdo definitivo con el grupo hongkonés Hutchison Whampoa para la venta de su filial británica (O2 UK) por 10.250 millones de libras esterlinas (unos 14.000 millones de euros a tipos de cambio actual), manteniendo los términos acordados el pasado mes de enero, cuando comenzaron las negociaciones en exclusiva para la transacción.
En concreto, el importe de la operación se compone de un pago inicial de 9.250 millones de libras esterlinas (aproximadamente 12.640 millones de euros) y un pago aplazado adicional de 1.000 millones de libras esterlinas (aproximadamente 1.360 millones de euros), que se abonará una vez que la compañía conjunta en el Reino Unido alcance una cifra acordada de flujo de caja ('cash flow') acumulado.
El cierre de la operación, que se produce una vez culminado el proceso de 'due diligence' (auditoria de cuentas), está sujeto a las aprobaciones regulatorias pertinentes y a la obtención de dispensas sobre cláusulas de cambio de control.
La multinacional presidida por César Alierta ha indicado que las condiciones deben cumplirse no más tarde del 30 de junio de 2016, salvo en determinadas circunstancias establecidas en el acuerdo de compraventa, en las que esta fecha podrá ampliarse hasta el 30 de septiembre de 2016.
Telefónica ha explicado en un hecho relevante que su intención es dedicar una «parte sustancial» de los fondos recibidos a situar el ratio de apalancamiento (medido como deuda neta/OIBDA) inferior a 2,35 veces, objetivo previsto de cara a 2015 y 2016.
Reducción de la deuda
La deuda neta de la compañía a cierre de 2014 se situaba en 45.087 millones de euros. Telefónica precisó que, tras el cierre de la venta prevista de O2 en Reino Unido y el ajuste cambiario de Venezuela, su deuda se situaría en 31.705 millones de euros y el ratio de endeudamiento en 2,15 veces en este periodo.
Tras la firma de este acuerdo definitivo, O2 en Reino Unido pasará a reportarse como operación «en discontinuación» dentro del grupo Telefónica, y sus activos y pasivos como «mantenidos para la venta», ha señalado la firma.
Telefónica acordó en enero iniciar negociaciones en exclusiva con el grupo hongkonés para la venta de O2 por 10.250 millones de libras esterlinas, después de cerrarse en falso las conversaciones del grupo con BT, que se decantó finalmente por la 'joint venture' británica de Orange y Deutsche Telekom (Everything Everywhere).
La multinacional española explicó entonces que el periodo de exclusividad se extendería «varias semanas» y permitiría ambos grupos negociar contratos definitivos, mientras Hutchison realizaba la 'due diligence' sobre la filial de Telefónica en Reino Unido.
No es la primera vez que la firma presidida por César Alierta alcanza un acuerdo con la controlada por el magante Li Ka-Shing. Así, en junio de 2013 Telefónica acordó vender a Hutchison su filial irlandesa por 850 millones de euros. La operación se cerró un año más tarde tras obtener el visto bueno de los organismos de Competencia. Esta operación también tendría que someterse a la aprobación de las autoridades de Competencia.
Competencia en Reino Unido
Telefónica entró en el Reino Unido tras la adquisición de O2 en enero de 2006. Desde ese momento, O2 se ha mantenido como la marca comercial de Telefónica en el país. La multinacional española vendió en 2013 a Sky su negocio residencial de fijo y de banda ancha, en donde contaba aproximadamente con 500.000 clientes. En lo que se refiere a su negocio actual, los accesos totales de O2 crecieron un 3% interanual y se situaban en 24,7 millones a finales de 2014.
Por su parte, Hutchison está presente en Reino Unido a través de la marca Three, que es el cuarto operador de telefonía móvil en el país por cuota de mercado.
Además de Telefónica y Hutchison, con sus marcas O2 y Three, respectivamente, en el mercado británico móvil compite Vodafone y Everything Everywhere –que en futuro pasará a estar contrato por BT, una vez los reguladores den el 'visto bueno' al acuerdo de compra de esta compañía con los propietarios de EE (Deutsche Telekom y Orange).