Repsol obtuvo un beneficio neto de 761 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 6% menos que en el mismo periodo de 2014, en el que se contabilizaron 299 millones de euros de resultados de operaciones interrumpidas, básicamente plusvalías por el cierre definitivo de la venta de activos de Gas Natural Licuado (GNL).
El grupo ha precisado que el beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, alcanzó los 928 millones de euros, un 74% más que en el primer trimestre de 2014, según ha informado este jueves la petrolera.
Sin tener en cuenta el efecto de las operaciones interrumpidas, el resultado neto de Repsol creció un 50% en los tres primeros meses del año.
«La buena marcha de los negocios de refino y química y la fortaleza del dólar frente al euro compensaron el efecto que en los negocios de exploración y producción tuvo la brusca caída, del 50%, en el precio del crudo», ha subrayado la compañía.
En el área de Upstream (Exploración y Producción), la compañía obtuvo un resultado neto negativo de 190 millones de euros frente a los 255 millones de euros obtenidos en el primer trimestre de 2014, debido fundamentalmente a la interrupción de la producción en Libia y a la «significativa» caída de los precios del crudo.
Los niveles a los que Repsol comercializó su crudo y su gas siguieron una tendencia más positiva que los productos de referencia. Así, el precio de realización de crudo de Repsol se redujo en un 48%, frente a un descenso del 50,2% de la cotización del Brent. Por su parte, el precio de realización de gas de Repsol bajó un 33%, frente a una caída del 38,8% del Henry Hub.
Según la petrolera, el efecto del menor precio del crudo fue parcialmente compensado por el aumento de la producción de hidrocarburos. Repsol incrementó la producción en ocho de los doce países en los que opera.
Como consecuencia, la producción total del grupo aumentó un 3,7%, hasta los 354.600 barriles equivalentes. Eliminado el efecto Libia, afectado por la conflictividad que vive el país, la producción habría aumentado un 10% respecto al primer trimestre de 2014.
Las inversiones netas en el área de Upstream se incrementaron un 59%, hasta alcanzar los 753 millones de euros en el periodo.
Por su parte, el negocio de Downstream aumentó su resultado un 84,1%, hasta los 534 millones de euros (calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición, CCS), fundamentalmente por el favorable comportamiento de los márgenes de Refino y Química, impulsados por las medidas implementadas en sus planes de competitividad.
La compañía ha explicado que las mayores ventas en los negocios de refino, química y gas licuado del petróleo (GLP), producto de la recuperación de la actividad económica en España, contribuyeron a mejorar el resultado de la unidad de Downstream.
La eficiencia del sistema de refino de Repsol, tras las históricas inversiones realizadas en sus instalaciones, volvió a quedar patente en el trimestre al lograr los mejores niveles de margen de refino de toda Europa, 8,7 dólares por barril, frente a los 3,9 dólares por barril del mismo periodo del ejercicio anterior.
La mayor eficiencia en las plantas del negocio químico, resultado de las mejoras operativas implementadas en los últimos meses, se sumaron a un mejor entorno internacional e incrementaron el resultado del área en 97 millones de euros.
La deuda financiera neta de Repsol al cierre del trimestre se situó en 126 millones de euros, con un descenso de 1.809 millones de euros respecto al cierre del ejercicio pasado y lo que supone situarse en mínimos históricos.
Repsol completará mañana la adquisición de la compañía canadiense Talisman Energy, una operación «transformadora» que la situará «entre las grandes petroleras privadas del mundo, con presencia en los cinco continentes», según ha destacado la firma.
Tras la adquisición, la producción prácticamente duplicará los niveles actuales, con activos en los cinco continentes.