Forman parte de la historia sentimental del país. La gente ha crecido visitando Paradores o comprando en una tienda de Eroski. La crisis amenazó con llevárselas, pero han vuelto a los balances en números positivos.
Resultados económicos
Los principales ejecutivos de ambas firmas han podido presumir. María Ángeles Alarcó, presidenta de Paradores, pudo hacerlo al anunciar 3,9 millones de beneficios en 2015; Agustín Markaide, presidente ejecutivo de Eroski, prometió beneficios en 2016 y en junio también los ha anunciado: 2,8 millones.
El Gobierno socialista dejó en herencia pérdidas en Paradores de 76 millones de euros entre 2009 y 2011. Entre 2012 y 2014, con el PP. los números rojos han ascendido a 69 millones. En 2012 el gobierno intentó sin éxito la entrada de capital privado y ha debido recurrir al rescate hasta en cinco ocasiones, con 130 millones de euros que han permitido dejar a cero la deuda. La compañía pública aumentó en 2015 sus ingresos hasta 227,4 millones (209,4 millones en 2014), aún lejos de los 260 que se facturaron en 2008.
En Eroski, tras haber perdido en 2015 unos 158 millones de euros, se anunció beneficios para el primer semestre. En este caso han sido los socios cooperativistas y el activo corporativo los que han acudido al rescate: los cooperativistas asumieron el 20% de las pérdidas del año pasado, por ejemplo, y el adelgazamiento del activo ha permitido reducir y reestructurar el endeudamiento.
Factores externos y nuevas estrategias
Los ejecutivos de ambas firmas presumen de haber impulsado nuevas estrategias corporativas. No pueden ignorarse factores externos favorables pero ambas firmas han afrontado una fuerte reconversión de su estrategia con éxito aparente.
Paradores, sin duda, se ha beneficiado de las dificultades de los competidores, de la caída de los precios del petróleo y de la caída del euro. Factores que han permitido atraer al turismo internacional: el último trimestre del año pasado, un 30% de sus ventas, la corporación pasó a beneficios gracias a él.
Una tendencia que se ha consolidado este primer semestre con un grado de ocupación por encima del 85%, con el mejor mes de julio desde 2006. Un aumento de ventas del 12% facilitado, al contrario de la estrategia tradicional, por un mayor aumento del cliente extranjero que del nacional.
Fidelización, separación de hospedaje, restauración y mejoras tecnológicas – especialmente en reservas- han mejorado notablemente la eficacia y la gestión de los 94 establecimientos de la compañía.
En el caso de Eroski, la mejora de los niveles de consumo y la recuperación en el gasto de alimentación son los factores que permiten el paso a beneficios. No obstante, las cifras de facturación son terriblemente más bajas que en el pasado. De los más de 9.000 millones de 2008 a los 6.000 millones en la actualidad. El cambio estratégico ha sido notable. Eroski tenía al inicio de la crisis 2.300 puntos de venta y a finales del año pasado mantenía cerca de 1.800.
El adelgazamiento ha sido la estrategia. Eroski se sumergió en la burbuja y en la pasión por los 'Hiper' y las zonas comerciales. A un ritmo de inversión de mil millones al año, todo estalló cuando compró Caprabo, operación que situó su endeudamiento en casi 4000 millones, en coincidencia con el vaciado de los hipermercados que supuso la crisis. Desde entonces, Eroski se ha deshecho de 36 'hiper' vendidos a Carrefour y de 160 supermercados vendidos a Día.
La Cooperativa de Elorrio ha desaparecido prácticamente del centro y sur de España y se ha refugiado en la cornisa norte, donde acumula el 60% de sus establecimientos y mantiene altas cuotas de mercado. La vuelta al 'súper', el desarrollo de las franquicias y la estrategia de venta denominada “contigo” son otros elementos del cambio corporativo.
No sin sufrimiento
La vuelta a los números positivos no se han logrado sin sufrimiento corporativo, especialmente en términos laborales.
Paradores despidió a 250 personas y ha mantenido en despidos temporales a 400. La entidad vive sin convenio laboral negociado y con una férrea política laboral. Cuando se planteó su privatización, mantenía en plantilla a 4.300 personas; hoy, retiene una plantilla media de 3.600 trabajadores.
Eroski mantiene 33.509 personas en nomina, 11.858 son cooperativistas; en las 465 franquicias se da empleo a 2.864 empleados. En 2008, la cifra de empleo era de 52.711 personas.
Tampoco falta incertidumbre. En el caso de Paradores, la subida de carburantes o la caída de la libra se suman, al igual que en el caso de Eroski, a la evolución de la desconfianza económica, no muy positiva, y que tiende a notarse con retardo en los mercados de consumo. En todo caso, Paradores y Eroski siguen con nosotros y mantienen su carácter público o cooperativo. No es una mala noticia.
Miguel de la Balsa