El Banco Popular cambia de timonel. Ángel Ron, el presidente de la entidad, se ha visto forzado a soltar las riendas tras perder la confianza de los principales accionistas, la mayoría de ellos descontentos con su gestión, y debido a la pérdida de valor bursátil. Su sucesor será Emilio Saracho, que ocupaba la vicepresidencia de JP Morgan desde 1998 y había aparecido en todas las quinielas para alzarse con el cargo.
La entidad ha comumicado la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Administración para proponer el nombramiento de Emilio Saracho como presidente en sustitución de Ángel Ron. El Banco Popular señala en una nota que el proceso que conducirá a Saracho a la presidencia concluirá en el primer trimestre de 2017.
La sucesión ha sido recibido con euforia en el parqué madrileño. Las acciones de la entidad se han disparado un 10% en Bolsa este jueves tras perder en lo que va de año más del 70%.
Ron abandona la presidencia en uno de los momentos más difíciles de la historia de la entidad. Los rumores acerca de su cese se habían disparado en los últimos meses. Su gestión al frente de la entidad fue cuestionada por algunos consejeros, como la familia mexicana Del Valle o la consejera independiente Reyes Calderón. Le consideran el máximo responsable de la difícil situación que atraviesa el banco durante la crisis a pesar de sus esfuerzos por enderezar el rumbo del banco. No obstante, su marcha abre nuevos interrogantes sobre el futuro de la entidad.
Bajo su mandato, Ron llegó a plantear una macroampliación de capital de 2.500 millones de euros. Sin embargo, el banco fue castigado duramente en Bolsa, llegando a perder más del 65% de su valor en lo que va 2017. Incluso, se llegó a plantear un recorte del 20% de su plantilla en España.
A pesar de la recuperación económica de España, los bajos tipos de interés y la fuerte exposición al ladrillo seguían lastrando las cuentas del Popular, que sopesó la posibilidad de una fusión, entre otros con el Sabadell, aunque las negociaciones no fructificaron.
Ron, elegido 'Financiero del Año en 2015', se va tras doce años en la presidencia de la entidad y por su marcha recibirá más de ocho millones de euros, un finiquito compuesto de las retribuciones pendientes que le correspondan y la «hucha» que la entidad tiene acumulada para su jubilación.
Según el último informe de Gobierno Corporativo publicado por la entidad, percibirá al menos 8,18 millones de euros acumulados en su plan de ahorro a largo plazo, que fue alimentado con 214.000 euros en 2015 y con 1,03 millones de euros el año anterior. En 2015, Ron ganó 1,47 millones de euros, un 19,3 % menos que un año antes, cuando percibió 1,8 millones de euros, debido a que el año pasado no tuvo retribución variable y en 2014 sí.
S. Jiménez