El rendimiento neto ajustado, 1.922 millones de euros, también supera el alcanzado en 2015, lo que resulta especialmente significativo, ya que en
ese ejercicio se incluían 500 millones de euros de operaciones financieras excepcionales derivadas del cobro por YPF.
El EBITDA alcanzó los 5.226 millones de euros y superó en un 18% los 4.416 millones registrados el año anterior.
La compañía cerró el ejercicio con una producción media de hidrocarburos de 690.200 barriles equivalentes de petróleo al día (bep/d), lo que representa un aumento del 23% respecto a los 558.900 bep/d de 2015.
El área de Upstream (Exploración y Producción) mostró gran capacidad de adaptación al escenario de precios y alcanzó un resultado de 52 millones de euros, superior en 977 millones al obtenido en el año anterior.
El área de Downstream (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP y Gas & Power) confirmó su fortaleza con un resultado
neto ajustado de 1.883 millones de euros, lo que refleja las ventajas competitivas del modelo integrado de negocio, la calidad de los activos
de refino y el buen desempeño de la Química y de los negocios comerciales.
La fuerte capacidad de generación de caja de los negocios, el éxito del programa de eficiencia y la gestión de la cartera de activos se reflejaron
también en una reducción del 32% de la deuda neta, hasta los 8.144 millones de euros (1,6 veces EBITDA).
La acción de Repsol se revalorizó un 33% y registró una de las mayores subidas del IBEX35 y del sector del petróleo y el gas en Europa.
Marta de la Fuente