Los anunciantes de YouTube están furiosos. PepsiCo, Wal-Mart Stores y Starbucks confirmaron ayer viernes la suspensión de sus anuncios en YouTube, después de que el periódico Wall Street Journal encontrara que los programas de automatización de Google colocaba los anuncios de sus marcas en cinco vídeos con contenido racista. Otras marcas como AT&T, Verizon y Volkswagen, entre otras, retirarán sus anuncios a lo largo de la semana.
“El contenido con el que se nos ha asociado es racista y va en contra de nuestros valores de empresa”, explicaba Walmart este viernes en un comunicado. Inmediatamente después de emitir tal mensaje, Matt Brittin, un alto directivo de Google y presidente de la división Europea, Medio Oriente y África, se vio obligado a pedir disculpas este lunes por haber vinculado las empresas citadas con contenidos racistas y extremistas en YouTube. «Me gustaría pedir disculpas a socios y anunciantes que hayan podido resultar afectados después de que sus anuncios aparecieran al lado de algún contenido polémico», explicaba Brittin en un comunicado.
Sin embargo, las deserciones han continuado a lo largo de la semana a pesar de las disculpas de Google. Por ejemplo, la aseguradora AXA S.A. ha visto cómo su imagen ha salido al lado de un vídeo sobre la existencia de un «orden mundial judío». Anunciantes como IBM, Netflix u otras compañías multinacionales no han manifestado la intención de volver por el momento
Si Google no consigue recuperar estos anunciantes, esto podría suponer pérdidas millonarias por ingresos en publicidad. Sin embargo, la mayoría de los analistas duda que el boicot afecte seriamente a Alphabet Inc., dueña de Google, que ha caído más de un 3% desde el lunes.
Que todo esto quede en anécdota o en mayores dolores de cabeza para Google y Youtube depende solo de si la compañía decide mejorar rápidamente sus herramientas técnicas para que los anunciantes tengan más control sobre sus anuncios. En este sentido, Phillipp Schindler, presidente de negocios de Google, escribió el martes en su blog que la plataforma de vídeos ya ha comenzado a revisar sus políticas publicitarias.
Andrea Morea