“Las condiciones de las becas y el procedimiento de su asignación han cambiado…” Es lo primero que se lee cuando una empresa se interesa por las becas que el Santander ofrece para prácticas en Pymes.
El cambio es sencillo: las empresas deben pagar para tener acceso a recibir un becario o becaria del Santander. Si no se les asignara una persona con beca, se devolverá el dinero, pero primero debe abrirse una cuenta en el Banco Santander, en el caso de que no se tenga, e ingresarse en el banco la cantidad exigida.
Si una empresa piensa acceder a un estudiante en prácticas tiene que poner 450 euros por cada uno de los becarios o becarias que se le asignen beca, a ingresar en una cuenta del Santander.
El Santander reclama de las empresas, para asignar a becarios y becarias, que paguen el equivalente al 50% de la beca, sin contar con los costes asignados a la cuenta que, necesariamente, debe abrirse en el Santander. El importe de la aportación efectuada por las empresas no tendrán el carácter de gasto deducible en el Impuesto sobre Sociedades.
Dicho de otra manera, el Santander presume de un programa de becas para el que ha establecido un programa de copago a las empresas, sin aviso previo. La beca, según las bases publicadas por el banco, es de tres meses, por importe total de 900 euros, 300 euros al mes, en media jornada.
Las becas del año anterior, no excluían jornadas completas, por valor de 600 euros mensuales ni obligaban a las empresas a desembolsar recursos.
La duración de la beca a media jornada tenia una duración superior a la de este año, de 6 meses, con el mismo importe, 300 mensuales, siendo el importe total de la beca de 1800 euros. Existía la posibilidad de elegir la opción de tres meses a jornada completa, o seis meses con un beca 300 euros mensuales, lo que en ambos casos hace el importe final de 1800 euros.
En una palabra, entre el copago exigido a las empresas y la reducción del tiempo, el Santander ha reducido su gasto en becas en un 75%
Miguel de la Balsa