Los sindicatos han firmado un preacuerdo con la dirección de la empresa OPEL en Figueruelas (Zaragoza). La plantilla esta votando durante martes y miércoles el preacuerdo.
El texto dice asegurar la viabilidad de la planta para los próximos cinco años, hasta que PSA Peugeot Citroën) vuelva a plantear otro chantaje similar -o aceptas o cierro- para cuadrar sus cuentas.
La cultura PSA amenaza a todas las instalaciones desplegadas en nuestro país por los fabricantes del automóvil. Del mismo modo que en Figueruelas puede pasar con otras plantas de PSA (Vigo y Villaverde) y de otras marcas, Renault, Nissan o Ford. El discurso es idéntico: la necesidad de reducir los costes laborales, y la alternativa, otras plantas, como las de PSA en la vecina Portugal, Eslovaquia (Este de Europa) y Marruecos (norte de África).
El Gobierno español, que se mantuvo en segundo plano en el momento de la venta de Opel (General Motors) a diferencia de los gobiernos de Macron (que controla un 14% del capital) y Merkel, se ha limitado, a través de Luis de Guindos, a animar a un acuerdo, del mismo modo que el Ejecutivo aragonés.
No cabe duda de que Figueruelas representa mucho en la economía aragonesa (el 6% de sus PIB y un 30% de su empleo industrial con 25.000 trabajadores entre directos y de la industria auxiliar),.
La presión del grupo PSA ha pasado a ser un precedente peligroso
En el referéndum, los empleados se pronuncian sobre una serie de metas en la producción (478.000 vehículos al año) y medidas que apoyen la rentabilidad del grupo, como recortes del 5% en los pluses o la congelación de salarios este año, entre otras.
Miguel de la Balsa