Se conoce como «tasa rosa» la práctica comercial que segmenta precios, haciéndolo más caro, en función del género. Productos cuya única diferenciaciòn puede ser el color (rosa) o su presentación como de uso femenino pueden doblar en el mercado el diferencial de precios.
La tasa rosa representa un incremento de precio abusivo en una serie de artículos destinados artificialmente a las consumidoras cuando sus características técnicas no difieren de sus versiones genéricas.
En realidad, es un fraude que representa el consumo de género.
La «tasa rosa» es especialmente activa en el mercado infantil, donde opera muy especialmente la discriminación de color según gènero. Juguetes, ropa o muebles tienen un sobrecoste si el usuario potencial es una niña.
La tasa del engaño opera en los productos más nimios, como ha denunciado Facua, en el caso de las maquinillas de afeitar.
Las maquinillas de afeitar «para mujeres» son idénticas al resto pero hasta un 171% más caras. La única diferencia es su color rosa.
El caso de las maquinillas de afeitar es uno de los más claros y descarados, como pone de manifiesto los precios a las que se venden en cuatro cadenas de supermercados e hipermercados.
Una mujer puede llegar a pagar casi el triple por una maquinilla de afeitar si cae en la trampa de creer que las que utilizan denominaciones y reclamos destinados al público femenino tienen alguna diferencia técnica.
Habitualmente, los supermercados e hipermercados colocan las maquinillas que ofertan a las consumidoras en secciones distintas a las genéricas, para intentar que no se percaten de las injustificadas diferencias en sus precios.
Para reforzar el engañoso mensaje de que las maquinillas de color rosa están destinadas a las mujeres, hay marcas que inciden en que sus versiones en azul o gris están destinadas exclusivamente al público masculino, con denominaciones comerciales que incluyen las palabras hombre o men, en inglés.
Las marcas que aplican la tasa tramposa son Cien, distribuida por Lidl; Cosmia, por Alcampo; Miss Express y Carrefour Discount, por Carrefour; Bonté, por Dia.
Gillette y Wilkinso son las dos únicas que no incrementan su precio en sus variantes destinadas a mujeres.
La mayor diferencia de precios entre las maquinillas desechables y sus engañosas versiones femeninas está en las marcas distribuidas por Carrefour: mientras un paquete de 10 maquinillas con dos hojas de su marca Discount, genérica, se vende por 85 céntimos, otro con las mismas unidades e idénticas características comercializada bajo la marca Miss Express cuesta 2,30 euros, nada menos que un 171% más.
En el caso de la marca Bonté, distribuida por Dia, el paquete de 20 maquinillas con dos hojas de Bonté Men cuesta 1,75 euros, frente a los 2,30 euros del paquete de 10 unidades idénticas de Bonté Professional Woman's Comfort. La diferencia si se compara el precio por unidad, un 163%.
En la marca Cien, distribuida por Lidl, el encarecimiento del precio por unidad de sus maquinillas de dos hojas para mujeres es insultantemente burdo. En este caso, los precios de Cien Men y Cien Lady 2 son idénticos, 99 céntimos, pero el paquete supuestamente destinado al afeitado de los hombres tiene 12 unidades mientras que el enfocado a las mujeres incluye sólo 6. Lo que se traduce en una diferencia real de precios del 100%.
Miguel de la Balsa