Endesa mejora sus resultados, gracias a la lluvia y reducción de costes en otras energías, pero aumenta su deuda para pagar el dividendo a los inversores italianos, entre el el sector público de la energía italiana.
De cada cien euros de dividendo que reparte Endesa, 17 acaban en la hacienda pública italiana. Ya se sabe que toda energía debe ser privatizada, salvo que sea italiana. El mayor accionista de Endesa – Enel- tiene un 25 de su capital en manos del sector público de Italia.
Enel, que tiene el record de dividendo de una empresa en España, se llevo 14.600 millones de euros en 2014, ya ha vaciado el patrimonio latinoamericano de Endesa y elaborado una estrategia financiera en la que se distribuye más dividendo que inversión, se garantiza un nuevo paso con los resultados del primer trimestre de este año.
La italiana Enel no solo exprime a la española sino que trata de mantenerla en una situación con liquidez ajustada y mucha deuda.
La deuda que exprime a Endesa
El principal accionista tomó una decisión fácil: dedicar a pagar dividendos el cien por cien del resultado neto, una de las escasas sociedades del IBEX que lo hace, más allá de los efectos en el endeudamiento.
En el primer trimestre de 2018, la deuda financiera está en 6.294 millones de euros, un 17% más que el año pasado, mientras que la deuda financiera neta ha crecido un 21,3%; la razón: un desembolso a cuenta para la italiana de 741 millones, que se marchó a Italia el pasado mes de enero.
Más del sesenta por ciento de la deuda, tiene vencimientos más allá del 2021, por lo que Enel se ha garantizado la política de dividendos. Además. Por si acaso, se garantiza el control absoluto de la liquidez.
Uno de los efectos del modelo de gestión impuesto es que la liquidez desciende, ha caído casi un quince por ciento en relación con 2017. Pero el efectivo, solo supone un 8% de los casi tres mil millones: el resto son líneas de crédito, mil millones de ellos contraídos con una filial de ENEL.
Mantener a Endesa endeudada y con poca tesorería disponible forma parte de la estrategia italiana para evitar los esfuerzos de venta que pudiera presionar el gobierno español: a nadie se le oculta la escasa simpatía que los italianos producen en el Ministerio del ramo.
Comercializar mucho, invertir poco
La intención de la compañía, puesta de relieve por los propios datos, es mejorar los márgenes de comercialización, con muy pocas inversiones: se compran carteras de clientes, no se interviene en el mercado.
Los datos del primer trimestre muestran como la generación y la comerzcializacón suponen el 33% del resultado neto total. Ha crecido en 90M€ respecto a 2017, mientras que Distribución -65% del resultado- solo creció en 20M€. La orientación a la comercialización y sus márgenes es el objetivo al que ha contribuido la lluvia.
Resultados del trimestre
Los resultados alcanzan los 372 millones de euros, lo que supone un incremento del 47% respecto al marzo anterior.
Las claves del resultado no es otra que la reducción de un 16% en los costes de las compras de energía a mayoristas, debido a la reducción del consumo de combustibles para la producción en el ciclo térmico, debido a la excepcional producción hidrológica del primer trimestre.
La lluvia le ha dado a la compañía el resultado, ya que los ingresos se redujeron en un 1% interanual con una cifra de 5.169 M€ (millones de euros), es de notar el efecto Semana Santa en el mercado mayorista.
Compensando la reducción de ingresos, también se redujeron los los aprovisionamientos y servicios, debido especialmente a la caídad e las compras externas de energía.
En suma, lluvia y menos costes, mejor margen: un aumento de un 14,5%.
Miguel de la Balsa