En un comunicado remitido hoy al supervisor español de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad ha precisado que los préstamos y anticipos a su clientela se redujeron el 8 % y quedaron en 390.661 millones de euros, con un ratio de mora del 4,4 %, frente al 4,8 % de junio de 2017.
Asimismo, su ratio de solvencia CET1 «fully loaded», que incluye todos los requerimientos de capital, se situó en el 11,40 %, incluyendo la venta de BBVA Chile y el acuerdo con el fondo Cerberus para reducir la exposición al negocio inmobiliario.
Según explica el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, «los ingresos recurrentes crecieron con fuerza gracias a los avances en la transformación del banco» y se logró un «muy buen trimestre» con una mejora notable de la rentabilidad y creación de valor para nuestros accionistas».
La entidad cerró la primera mitad del año con un volumen de depósitos de 367.312 millones de euros, un 6,9 % menos que en el mismo periodo de 2017, que condujo a un total de casi medio billón de euros en recursos totales de los clientes, un 6 % menos.
Por áreas de negocio, BBVA España ganó hasta junio 793 millones de euros, un 19,3 % más, aunque el resultado final incluyendo las pérdidas del área inmobiliaria (Non Core Real Estate) que está a punto de vender al fondo Cerberus, quedó en 757 millones.
En Estados Unidos la entidad ganó 387 millones de euros, un 36,3 % más, mientras que en México, su mayor motor, el beneficio alcanzó los 1.208 millones de euros, un 10,5 % más.
En Turquía, el beneficio se situó en 373 millones de euros, tras bajar apenas un 0,2 %, mientras que en el área de América del Sur las ganancias sumaron 452 millones y fueron un 11,8 % superiores a las de un año atrás.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados, el de intereses -que recoge los principales ingresos- sumó 8.643 millones de euros tras reducirse un 1,8 %, al tiempo que las comisiones se elevaron un 1,5 % interanual.
La suma de ambas líneas, explica el banco, que da 11.135 millones, (-1 %), condujo a un margen bruto de 12.074 millones, también inferior en un 5,1 % al de junio de 2017.
Los gastos de explotación se redujeron un 5,8 % interanual y todos los grandes mercados donde opera el banco generaron «mandíbulas positivas», es decir, más ingresos que gastos, con lo que el ratio de eficiencia se situó en el 49,2 %, 82 puntos básicos mejor que el de un año antes.
De esta forma, el margen neto alcanzó los 6,131 millones de euros y se redujo un 4,3 % en comparación interanual.
Con todos estos datos, el indicador que mide la rentabilidad de la entidad, el ROE, se situó a cierre de junio en el 11,7 % frente al 9,7 % de junio de 2017.
La entidad se aproxima a su objetivo de que al cierre de 2018 un 50 % de sus clientes sean digitales, y en 2019, la mitad de la clientela se relacione con el banco a través del móvil. De momento, el 46 % de su clientela (25,1 millones, el 26 % más) ya utiliza canales digitales y de ellos, 20,7 millones (43 % más) emplean el móvil.
Redacción