El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha visitado esta alquería este viernes y se ha reunido con la presidenta de la FSMC, Daniela González, para escuchar sus necesidades y ver las mejores fórmulas para reactivar el sector, según informa el banco en un comunicado.
La reconvertida Alqueria Julià cuenta con una sala de ensayos con capacidad para unas 200 personas, biblioteca, videoteca, fonoteca, sala de partituras y diferentes espacios de importante valor arquitectónico para uso cultural, además de un jardín que reinterpreta el original.
Goirigolzarri ha manifestado que es «un orgullo» para Bankia haber contribuido a la rehabilitación de la Alqueria Julià y que ésta vaya a ser la Casa de la Música, porque la música» forma parte del ADN de la región, de su cultura, y nosotros estamos muy comprometidos con su sostenimiento y desarrollo».
La Alqueria Julià, que albergó el Colegio de Santa Bárbara hasta los años 90 del siglo pasado, ha sido cedido por Bankia a la FSMCV, que cuenta con más de 500 asociaciones musicales, y allí instalará su sede social y administrativa y podrá desarrollar en el edificio el resto de su actividad cultural y labores de formación e investigación, o la instalación del archivo de la federación.
El edificio podrá servir también para presentaciones corporativas, ciclos de conciertos, entre otros de la Orquesta Sinfónica de Bankia (OSB), o cualquier otra actividad cultural que se proyecte en el futuro.
La Alqueria Julià fue declarada Monumento Artístico Nacional en 1978 y Bien de Interés Cultural en 2007, está construida en una parcela de 1.986 metros cuadrados, con una construcción de 692 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y un torreón de 51 metros cuadrados adicionales, y puede considerarse como uno de los escasos ejemplares conservados de alquería valenciana del siglo XVII.
Estrella Digital