El ajuste en las filiales se produce tras actualizar el valor de los fondos de comercio y los créditos fiscales, pero se trata de un apunte contable que no afecta ni a la liquidez, ni al capital del grupo, cuya solvencia en términos CET1 -capital de calidad- sube al 11,84 %.
No obstante, según la información remitida hoy al supervisor bursátil, la CNMV, el beneficio neto semestral, antes de los citados ajustes, fue positivo en 1.908 millones de euros, un 52,8 % menos respecto al mismo periodo de 2019, por el efecto de la crisis del coronavirus.
La presidenta del Santander, Ana Botín, se ha mostrado «muy orgullosa» del comportamiento de la entidad y su plantilla este semestre, el más difícil de su historia por el impacto del coronavirus, y ha anunciado su intención de pagar un dividendo «scrip», en acciones, correspondiente a 2019, de 0,10 euros por título, a pesar de las recomendaciones en contra del BCE.
«El consejo tiene la intención de aplicar una política de dividendo 100 % en efectivo tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias, y hemos reservado capital este trimestre para poder hacerlo», ha dicho.
En Europa, el beneficio ordinario cayó un 54,3 %, a 1.075 millones, tras el incremento de las provisiones con motivo del deterioro macroeconómico previsto.
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