Iberdrola potencia una de sus áreas clave de negocio: las redes de distribución y transporte. La eléctrica busca, a través de su programa de startups, PERSEO, soluciones que permitan la detección temprana de incidencias en las instalaciones y los equipos de los centros de transformación encargados de modificar la tensión con el objetivo es que los usuarios finales puedan hacer uso de la energía. La misión es mejorar la calidad del servicio mediante la reducción de incidencias en el suministro y en las propias instalaciones.
En su misión de seguir avanzando en la electrificación y la descarbonización de la economía de los países en los que está presente, la eléctrica que preside Ignacio Galán ha lanzado un reto para mejorar el funcionamiento de sus centros de transformación. Estos son claves en el proceso de distribución de la electricidad a través de la red, pues se encargan de modificar la tensión para que los usuarios finales puedan emplear la energía en sus domicilios o negocios.
Iberdrola cuenta con más de 400.000 centros de transformación en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y España, con más de 1,5 millones de transformadores de distribución de media a baja tensión, construidos y operados para ofrecer un servicio de alta calidad y fiabilidad a unos 31 millones de puntos de suministro eléctrico.
El reto se lanza dentro del marco del nuevo centro de innovación en redes inteligentes, el Global Smart Grids Innovation Hub, del que Iberdrola ha hecho un referente mundial en redes inteligentes. El objetivo de este hub es fomentar la colaboración abierta y el coworking entre técnicos de la empresa de distribución eléctrica del grupo Iberdrola, i-DE, de proveedores, de startups y de diferentes organizaciones de todo el mundo.
El negocio de redes es crucial para Iberdrola, que anunció en su Capital Markets & ESG Day celebrado el pasado 9 de noviembre que destinará el 57% del total de 47.000 millones de euros en inversiones previstas entre 2023 y 2025 a esa área -en torno a 27.000 millones de euros-.
La digitalización de la red ejecutada por Iberdrola permite que los centros cuenten con nuevos equipos para monitorizar las condiciones de la instalación y los equipos críticos, como las celdas de media tensión, el cuadro de baja tensión y los propios equipos digitales. Esta información permite realizar un mantenimiento preventivo, detectar anomalías, evitar situaciones de peligro y anticipar a posibles averías e incidencias.
Así, los proyectos deben detectar cualquier señal genérica de alarma en los centros de transformación, provenientes de los niveles de CO2, de temperatura, de humedad o de eventuales inundaciones. También podrán estar basadas en cámaras ópticas y termográficas. Y, además del sistema de sensores, las empresas que quieran participar deberán proponer el procesado de los datos y la gestión de las alarmas.
El reto valorará además la incorporación de aquellas tecnologías avanzadas, como infrarrojos térmicos, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), Inteligencia Artificial, entre otras.
El equipo de expertos del negocio de redes de Iberdrola será el responsable de seleccionar aquella solución, o soluciones innovadoras que permitan la identificación temprana de incidencias en los centros de transformación.
El motor de las startups del sector energético
Iberdrola cumple este ejercicio 15 años de innovación en el sector energético de la mano de su programa de startups, PERSEO. Este ha contribuido a que la eléctrica ponga en marcha soluciones innovadoras para potenciar las energías renovables, la descarbonización y la electrificación de la economía, la digitalización de las redes, el fomento del almacenamiento eficiente y el cuidado del medio ambiente.
La iniciativa, con nueve empresas actualmente en cartera, ha creado en estos años un ecosistema global de empresas emergentes con una inversión de 175 millones de euros.
En el ecosistema del programa se hallan más de 7.500 startups, entre ellas unicornios –empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares–, como el fabricante de soluciones de recarga para vehículos eléctricos Wallbox y Stem, que ofrece soluciones de almacenamiento inteligente en baterías.
Los proyectos piloto permiten a las startups acceder a grandes volúmenes de datos y activos energéticos reales, gracias a que prueban sus tecnologías en un entorno real y, al mismo tiempo, ofrece inversión a las startups con mayor potencial de crecimiento. Estas dos fórmulas permiten conocer el mercado y acceder a tecnologías clave de primera mano.