En aquella ocasión, un 1 de diciembre de 2005, Aguirre, que viajaba en el helicóptero con el presidente del PP, Mariano Rajoy, salió ilesa de un siniestro que podía haber tenido consecuencias fatales, puesto que la aeronave llegó a despegar del centro de la plaza de toros de Móstoles y ya en el aire cayó en picado, volcándose hacia uno de los lados y rompiendo al completo la cabina del piloto.
Ese día, en el que se puede decir que tanto Aguirre como Rajoy volvieron a nacer, la presidenta madrileña pudo comer con su familia y por la tarde, como si no hubiera pasado nada, ocupó su escaño en la Asamblea de Madrid para continuar con su actividad política.
Sin embargo, este miércoles se encontraba a miles de kilómetros de su casa, y según las primeras informaciones, tanto ella como la delegación que le acompaña están resguardados. Aguirre y su delegación se encontraban registrándose en el Hotel Oberoy de la ciudad en el momento del tiroteo. Ante los disparos, la dirección del hotel se vio obligada a desalojar a los asistentes, algunos de los cuales huyeron por la calle y otros se cobijaron en los sótanos del recinto.