Fueron registradas un total de cinco explosiones, en las que al menos 50 personas resultaron heridas, cifra que las agencias indias elevan a entre 70 y 100. Las explosiones se sucedieron por espacio de unos 40 minutos, un tipo de atentado que ya han sufrido este año otras grandes urbes indias como la turística Jaipur, la tecnológica Bangalore o la ciudad de Hyderabad.
El primer estallido ocurrió en el mercado Ghaffar, especializado en teléfonos móviles, en el barrio de Karol Bagh del norte capitalino. Los primeros resultados de la investigación indican que el artefacto estaba colocado debajo de un «rickshaw», el popular triciclo motorizado indio, que se elevó por los aires y se enganchó con el cableado eléctrico, lo que hizo más mortífera la explosión.
Al menos siete personas fallecieron y veinte resultaron heridas en Karol Bagh, según la agencia IANS. Entre los heridos estaba el conductor del triciclo, que perdió las dos piernas, de acuerdo con la agencia PTI.
Explosiones en cadena
Las siguientes explosiones se registraron en la zona céntrica de Connaught Place, el corazón de Nueva Delhi construido en época del Imperio Británico. Las bombas, al parecer colocadas en papeleras, estallaron en la zona ajardinada que es el núcleo del barrio radial de Connaught Place -donde al menos 20 personas resultaron heridas- y a la entrada de una estación de metro en la calle Barakhamba, donde murieron dos personas, según una fuente policial.
La Policía halló, además, dos bombas sin explotar en una papelera cerca de un cine de Connaught Place y en las proximidades de la Puerta de la India, uno de los monumentos delhíes más emblemáticos ubicado en la zona céntrica que acoge las principales instituciones oficiales. Según PTI, el grupo Indian Muyahidin se atribuyó la autoría del atentado con el envío de un correo electrónico, igual que ha hecho con los últimos ataques registrados este año en distintas ciudades indias. La Policía considera que el Indian Muyahidín es una nueva denominación del proscrito grupo terrorista SIMI.