«España necesita impulsar la demanda interna y necesita dar solidez a sectores que han demostrado fragilidad, como es el sector de la vivienda», dijo Almunia al ser preguntado por las iniciativas prioritarias que debería adoptar el Gobierno
El comisario de Asuntos Económicos recordó que España ya ha adoptado «más de 80 medidas» frente a la crisis. No obstante, admitió que la economía española vive una situación «particularmente difícil» por la crisis en el sector de la vivienda, que «añade problemas a los problemas que ya tenemos en general en todos los países europeos por la situación del sistema financiero y la falta de crédito».
«Y además España tiene un desequilibrio en su cuenta corriente con el exterior y, en momentos en que financiar actividades es difícil, financiar deuda en el exterior es todavía más difícil», subrayó Almunia.
No quiso pronunciarse sobre el importe al que debería ascender el plan español, ni sobre el margen de déficit público hasta el que puede llegar a España. Sin embargo, avisó de que, al margen de la vigilancia presupuestaria que realiza la UE, los mercados «están vigilando muy de cerca cómo se comporta cada una de las economías» y, en función de ello, «prestarán en mejores condiciones o cobrarán más caro el préstamo».
En todo caso, el comisario de Asuntos Económicos dejó claro que hay que dar prioridad a la lucha contra la recesión sobre el déficit. «Hay que optar, no entre una opción estupenda y una opción detestable, sino entre dos salidas que todas tienen inconvenientes. Pero, claramente, la que más inconvenientes tiene es la de no hacer nada y dejar que las economías aumenten el paro, tengan cada vez más recesión, cada vez menos posibilidades de recuperar una senda de crecimiento», señaló.
Eso sí, dijo que «no se deben ignorar» las consecuencias de aumentar el déficit y que «cuanto antes» hay que volver a la senda de la estabilidad presupuestaria y «salirse» de los paquetes de ayuda al sistema financiero.
Almunia explicó que el éxito o el fracaso del plan de recuperación propuesto por Bruselas «se tiene que medir en términos de crecimiento y de puestos de trabajo» y no descartó que, si no se cumplen estos objetivos, a lo largo de 2009 haga falta «adoptar otro tipo de medidas todavía más duras y más exigentes»