Además, los datos ponen fin a uno de los grandes hitos del Laborismo, que ha reivindicado que desde su llegada al poder en 1997, la economía sólo había conocido saldos positivos. El organismo oficial añadió que mantiene las estimaciones iniciales de que el crecimiento en el tercer trimestre en relación con el mismo período del año anterior había sido de tan sólo el 0,3 por ciento.
Entre las principales causas detrás de los resultados figura el severo descenso de la venta de coches y bienes de consumo, y el propio ministro del Tesoro, Alistair Darling, admitió el pasado lunes en la presentación del ajuste presupuestario de otoño que la economía mantendría la contracción al menos durante cuatro trimestres consecutivos más.
Por todo ello, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, sugirió ayer mismo en el Parlamento la posibilidad de acometer nuevos recortes de intereses, tras haber situado los tipos en un inédito 3% hace tres semanas, tras un descenso de hasta dos puntos desde octubre.