«No hay un libreto para salir de la crisis», dijo Merkel.
El año próximo, según la canciller, el PIB alcanzará en Alemania 27.000 millones de euros menos de lo que se había calculado inicialmente, el déficit público aumentará y, en general, «2009 será un año de malas noticias».
Sin embargo, la canciller advirtió de que el propósito de su gobierno no es sólo capear la crisis sino crear las condiciones para abrir nuevas posibilidades de crecimiento y lograr que 2010 sea un año mejor.
Por otra parte, Merkel subrayó que en los últimos años las reformas realizadas por los últimos dos gobiernos le han dado a Alemania fortaleza para enfrentar la crisis como lo muestra, entre otras cosas, la clara reducción de las cifras de desempleo.
Merkel además justificó el paquete de ayudas al sector bancario diciendo que había sido preciso puesto que la crisis había golpeado «un nervio fundamental de nuestra economía».
Las ayudas, dijo Merkel, no son para los bancos sino para las empresas y los ciudadanos que necesitan que los créditos sigan abiertos.