«Si lo tocan, deben volver a preguntarnos si ‘sí’ o si ‘no’, porque ya no es lo mismo. Los que votamos ‘sí’ aunque no nos gustaba del todo, seguramente, si ahora nos lo tocan podríamos tener derecho a decir que nos lo vuelvan a preguntar», ha argumentado.
«No hay vuelta de hoja. Si he votado un texto ‘sí’ o ‘no’ y me lo tocan, es que ya no es el mismo, ni que sea por una coma. Si tocan algo, que nos lo vuelvan a preguntar», ha insistido.
«Yo no sé si diré ‘sí’ o ‘no’, pero que me lo pregunten. Ya estoy de acuerdo en que unos jueces en algún momento intervengan. Quizá aquí está el error. Deberían haber intervenido antes del referéndum, porque si nos lo hubiesen tocado antes del referéndum y nos hubiesen sacado según qué, a lo mejor no hubiésemos votado ‘sí’ los mismos que votamos a favor», ha explicado.
Precisamente esta posibilidad de convocar un referéndum en caso de que el TC lamine el Estatuto es la opción que viene defendiendo el presidente de CiU, Artur Mas, que ha propuesto además formar un gobierno de concentración nacional en Cataluña o adelantar elecciones.
Por su parte, el actual presidente de la Generalitat, José Montilla, se ha comprometido a liderar una respuesta unitaria de las fuerzas políticas catalanas a un hipotético recorte estatutario.
«Aquello va a misa»
Al margen del nuevo referéndum, Maragall ha sugerido la posibilidad de que Jordi Pujol y él mismo, como ex presidentes de la Generalitat, junto a Heribert Barrera y Joan Rigol, ex presidentes del Parlamento catalán, emitan «un escrito» para convocar a la ciudadanía catalana a «salir a la calle».
Según Maragall, una gran movilización de protesta en contra del recorte del Estatuto «tendría un peso y una fuerza muy importante»: «Si pones un millón de personas en la calle, aquello va a misa».
Al inicio de su conferencia «Cataluña, Europa, Eurorregión», Maragall ha hecho un recordatorio sobre el proceso de aprobación del Estatuto y el papel que jugó el presidente de CiU, Artur Mas, quien pactó unos «recortes» al Estatuto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
«Para mi sorpresa, yo fui un poco más ambicioso que el nacionalismo oficial, que pactó con Zapatero algunos recortes», ha remarcado Maragall, que ha recordado que en el artículo primero se cambió el término «nación» por el de «nacionalidad» para definir Cataluña y, de hecho, se relegó el concepto «nación» al preámbulo.
Por otro lado, ha vaticinado que los catalanes «nunca seremos independientes, cada vez seremos más dependientes», aunque sí se ha mostrado favorable a la «independencia fiscal» de Cataluña: «No hemos de enviar dinero a ninguna parte».