Según Le Point, el panorama de la capital no indica que los madrileños se conciencien de la crisis: «Les bars sont pleins» (Los bares están llenos) y en casa Pedro se prohíbe hablar de la crisis.
Por otro lado, unas líneas más abajo el artículo afirma «en este país, el cual tiene el récord de optimismo en Europa desde hace diez años, la preocupación nacional nunca había alcanzado unas cotas tan altas».
Si el lector continúa leyendo se encuentra con las consecuencias que a juicio del semanario francés tiene la crisis y explica cómo ha crecido el paro en los últimos meses. Le Point afirma que la tasa de parados hace recordar a los españoles el tiempo en que salían fuera de su país a buscar trabajo.
Zapatero duramente cuestionado
Para el semanario, el presidente del Gobierno es en parte responsable del ambiente optimista de España. Aunque los periódicos lo iban adelantando, Zapatero seguía sin pronunciar la palabra crisis.
Sobre la reciente reunión del G20, el artículo sugiere que la presencia de Zapatero ha sido una estrategia para recibir ayuda de sus vecinos europeos, situación donde cobró un especial protagonismo la presencia mediadora del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
continúa hablando del jefe del Ejecutivo, de quien dice que fue reelegido como un presidente para los buenos tiempos y ahora se ha convertido en un presidente en medio de la tempestad y «ante un sunatmi financiero». Asimismo, al final del artículo, los autores se preguntan: «¿Podrá Zapatero hacerle frente?».
El artículo no pasa por alto las consecuencias de la especulación inmobiliaria, que han dado lugar a casos tan populares como el de Seseña, población a la que dedica un par de párrafos: «un país donde la cultura del ladrillo se convirtió en un símbolo de religión nacional».