Sánchez Galán asegura que el sector eléctrico requiere inversiones permanentes que alcanzarán los 6.500 millones de euros en 2008 en España y que «uno de los grandes lastres» para las empresas es el déficit de tarifa, que se produce porque lo que los ciudadanos pagan en su recibo de la luz no cubre los costes del suministro.
Para arreglar esta situación, considera que se podría otorgar un aval del Estado al déficit de tarifa y crear un fondo de titulización.
También cree que se podrían pasar de forma progresiva algunas partidas que hoy figuran en la tarifa de los PGE y que, además, los precios de la luz recojan la evolución de los costes.
Preguntado por los beneficios de Iberdrola, responde que «los resultados que presentamos son contables y nos apuntamos el déficit como ingreso» y que buena parte de los beneficios proceden de inversiones realizadas fuera de España.
Defiende la tarifa «social» para clientes con bajo consumo y renta, para quienes se puede establecer un bono social financiado al cincuenta por ciento por el Estado y por las empresas.
Preguntado por la entrada de grupos extranjeros en Repsol, Sánchez Galán se muestra partidario de que España tenga «grandes grupos energéticos españoles», además de «grandes empresas» financieras, de telecomunicaciones, turísticas o constructoras.
Con respecto a los fondos de ayuda aprobados por el Gobierno, dice que no deberían destinarse a refinanciar la deuda de empresas con participaciones especulativas y que habría que evitar que las ayudas se destinen a operaciones que no sirvan para impulsar la economía real.