«De lo que se trata es de solucionar bien la crisis y el mejor método es haciéndolo con medidas precisas, adaptadas a la estructura económica de cada país», insiste.
Entre las propuestas de otros socios comunitarios que rechaza figura la de reducir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que en Alemania está actualmente en el 19 por ciento.
A su juicio, la rebaja del IVA es justamente un ejemplo de medidas que no son precisas. «Es una medida que lastraría enormemente a los presupuestos, sin que haya seguridad de que realmente llega al consumidor», dice.
Merkel insiste en que Alemania ya aporta suficiente a las arcas comunitarias, «el veinte por ciento del presupuesto de la UE», y que no quiere ver aumentado ese volumen.
A su juicio, la Comisión Europea tiene otros instrumentos mejores para impulsar las inversiones que «reclamando siempre más dinero», como, por ejemplo, modificando los reglamentos de la competencia o con una aplicación más flexible de los fondos estructurales.
«Hasta ahora, no ha habido ningún año en que se hayan agotado los fondos estructurales. Sería una tontería aprobar ahora nuevos fondos para la construcción de carreteras y observar dentro de un año que estos fondos no han sido requeridos», precisa.
A las voces de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que reclaman incentivos fiscales dentro del país, Merkel recuerda que forma parte de sus planes políticos modificar el sistema impositivo en la próxima legislatura, pero advierte que no se debe mezclar una reforma estructural, que es necesaria, con medidas para combatir una crisis concreta.
«La reforma del impuesto sobre la renta no es una medida limitada en el tiempo que sirva para dar un impulso a la coyuntura, sino una reforma estructural», subraya.