Las seis entidades, que tomarán un 9% de la empresa cada una, son Santander, BBVA, Banesto, ‘La Caixa’, Caja Madrid y Banco Popular, informaron hoy a Europa Press en fuentes financieras.
El acuerdo alcanzado por los Sanahuja con sus bancos acreedores contempla también que estas entidades se queden con un conjunto de activos inmobiliarios de Cresa, la sociedad de la familia de promotores catalanes.
Con la consecución de este acuerdo, alcanzado al límite del plazo fijado por los bancos, los Sanahuja sortean el riesgo del concurso de acreedores, dado que solventan sus problemas de endeudamiento y logran de la banca una financiación adicional para seguir desarrollando sus negocios.
Además, mantendrán alrededor del 30% del capital de la inmobiliaria, dado que además del alrededor del 26% del capital que conservarán, ejecutarán distintas opciones.
El camino de Colonial
Con la consecución de este acuerdo de su principal, Metrovacesa seguirá un camino similar a Colonial. En esta inmobiliaria, el ex primer accionista Luis Portillo tuvo que ceder a un grupo de bancos (entre los que también se encuentran La Caixa y el Banco Popular) alrededor del 24% de la empresa también por los problemas que tenía para afrontar la deuda que contrajo para comprar la compañía.
En el caso de los Sanahuja contrataron financiación en 2006 para lograr el control de Metrovacesa mediante la ‘guerra de OPAs’ que libraron contra el ex presidente y primer accionista de la inmobiliaria Joaquín Rivero que derivó, ya en 2007, en un acuerdo para segregar la empresa. Los promotores catalanes se quedaron con los negocios en España, con la marca Metrovacesa y con un conjunto de edificios de Francia, en tanto que Rivero se hizo con la filial francesa.
Según los últimos datos publicados, del pasado mes de septiembre, Metrovacesa cuenta con activos valorados de 12.200 millones de euros. La inmobiliaria también está inmersa en una renegociación de su propia deuda. El pasado jueves acordó revender con pérdidas la torre sede del HSBC de Londres por no poder afrontar el crédito de unos 1.000 millones de euros que pidió para abordar la adquisición.