«La gente tiene miedo, esto es una psicosis. Después de ver los ataques por la televisión, los grupos de turistas que tenían que venir han cancelado sus viajes o los han pospuesto», lamentó. La IATO había previsto un aumento de las visitas del 10 por ciento y ahora Kaljilal espera que sea de al menos el 5 por ciento, ya que entre finales de noviembre y diciembre «es temporada alta».
Sin embargo, en el epicentro de los ataques, la lengua peninsular sureña de Bombay, los regentes de hoteles y de restaurantes confían en que pronto todo volverá a la normalidad. «Viene la misma gente que normalmente. Ayer abrimos definitivamente. Los ataques no nos van a afectar», dice un responsable del café Leopold, que fue atacado por dos terroristas el pasado miércoles. El bar, frecuentado por locales y extranjeros, estaba hoy prácticamente lleno a la hora del almuerzo y no presentaba muchos desperfectos, salvo la marca de una bala en uno de sus espejos.
En la industria hotelera temen también que los empresarios elijan alojarse lejos de la bien surtida zona de Colaba o se desplacen a otras ciudades para sus viajes de negocios. «Teníamos extranjeros en el hotel y ahora están cancelando sus visitas. Pero esto será temporal. Bombay siempre está en marcha», dijo confiado el ayudante de dirección del hotel Suba, justo detrás del Taj, quien admitió que el recinto está ahora a la mitad de su capacidad mientras que antes de los ataques estaba lleno.
Deseada vuelta a la normalidad
Aunque el miedo a que los atentados golpeen a la economía india es patente, el portavoz de la Federación de las Cámaras de Industria y Comercio de la India (FICCI), Taresh Aroro, insistió en que «todo volverá a la normalidad en una semana más o menos». «Se han cancelado algunas reuniones. Pero la mayoría de encuentros y ferias comerciales siguen adelante», dijo Aroro.
El imponente hotel Trident-Oberoi tardará unos diez días en reabrir sus puertas, según explicó el grupo que lo regenta. «Estos hoteles tienen más de mil habitaciones, así que es evidente que no es algo bueno», señaló el director de la IATO. «La gente prefiere ir ahora a Delhi que a Bombay. Pero además están cancelando viajes a Kerala y Goa (sur y oeste). Son gente que no entiende lo que pasa en la India», se quejó.
Hasta octubre han llegado a la India 4,32 millones de turistas extranjeros, y la IATO espera que a finales de año la cifra ascienda a 5,5 millones, aunque había vaticinado un crecimiento mayor.