En la resolución, propuesta por Estados Unidos, se celebra la decisión adoptada por la UE el pasado noviembre de combatir la piratería en ese país africano a través del envío de su primera misión naval a la zona el próximo 8 de noviembre.
Como parte de ese apoyo, lo quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU consideraron oportuno prolongar la autorización concedida para que otros países entren en aguas somalíes, siempre que lo comuniquen a sus autoridades previamente, y para que utilicen los medios que consideren necesarios para combatir la piratería.
La ONU había considerando internamente la posibilidad de enviar una misión de paz a Somalia para proteger el proceso de paz y facilitar la distribución de ayuda, pero el Consejo de Seguridad hasta el momento no se había pronunciado con claridad sobre si respalda el envío de fuerzas internacionales.
Sanciones aprobadas
Hace menos de dos semanas el Consejo de Seguridad de la ONU ya adoptó una resolución que imponía nuevas sanciones a personas y entidades vinculadas a los piratas que actúan contra el comercio marítimo internacional desde las costas de Somalia. La resolución presentada por Reino Unido, y que también recibió el apoyo unánime de los quince miembros del órgano, reafirmaba igualmente el embargo de armas impuesto a Somalia desde 1992.
Con estas medidas, el órgano con mayor capacidad de decisión de Naciones Unidas busca reforzar el Gobierno de transición somalí y debilitar a los grupos armados que fomentan la inestabilidad en la que lleva sumida el país desde hace casi dos décadas.
Nuevo ataque
La aprobación de la resolución coincide con la noticia de que un crucero estadounidense con más de mil personas a bordo ha conseguido huir de un ataque de piratas en aguas cercanas a Somalia sin que se produjese ningún herido.
El director del Centro de Información sobre Piratería, Noel Choong, aseguró en Kuala Lumpur que se han producido más de 100 ataques de piratas en aguas somalíes durante 2008, 40 barcos fueron asaltados y 14 permanecen en manos de los piratas.
Somalia vive en un estado de anarquía y carece de un Gobierno eficaz desde que el dictador Mohamed Siad Barré fue derrocado en 1991 por diferentes clanes que luchan por el poder en el país, dirigido por un Ejecutivo provisional.