Esta iniciativa es una demostración del «desbarajuste» y del «desorden» con el que actúa el Gobierno, y por tanto, no hace frente a la «urgencia nacional» que vive España hoy, la del paro.
«Tres millones de parados -la cifra a la que asciende el total de personas apuntadas en las listas del INEM tras los datos dados a conocer hoy por el INE- son una urgencia nacional, y nada hay más urgente que acabar con esta lacra», ha asegurado el líder popular.
Su partido, ha destacado, centrará su estrategia de oposición en el crecimiento del paro, y no sólo mediante críticas al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, sino también mediante «alternativas» en las comunidades autónomas en las que gobiernen los populares, en los ayuntamientos y especialmente en la oposición.
Porque, tal y como ha subrayado Rajoy, «el patriotismo de hoy es abordar la crisis, afrontar el paro, transmitir confianza y plantear una alternativa», y eso es lo que «hace el PP».
Pero no ha escatimado en reproches, toda vez que los datos del paro dados a conocer hoy ponen de manifiesto la inoperancia de un Gobierno que no ha entrado en la raíz del problema del desempleo a pesar de que en siete meses ha puesto en marcha siete paquetes de medidas.
Sonrojo
Medidas, incluida la última, 8.000 millones de euros a disposición de los ayuntamientos para que inviertan en obra pública durante los próximos meses, que no han evitado que suba el paro en 170.000 personas en noviembre y se instale en tres millones de personas, unas cifras que, a juicio del líder del PP, «no se pueden asumir sin sonrojo».
«Ya hay tres millones de vidas golpeadas en su seguridad, en su confianza en el futuro y en sus planes más personales», ha sentenciado Rajoy antes de puntualizar que «son una enmienda a la totalidad a un Gobierno desbordado por su incapacidad, improvisación y falta de coraje».
El presidente de los populares, flanqueado en el acto por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros, ha abogado por efectuar un diagnóstico certero de la situación para, desde él, fijar como objetivos la reactivación de la confianza, o lo que es lo mismo, la reactivación de la economía.
Esta hoja de ruta no es ninguna novedad, ha explicado Rajoy, pues el primer Gobierno de José María Aznar hizo exactamente eso en 1996, y con una alta tasa de paro, con un déficit público del 6 por ciento y con una deuda «estratosférica».
Rajoy ha afirmado que entonces se aplicó «un plan ordenado y coherente» tras el que «pronto se vieron los resultados»: mejoró el empleo.
Como recetas contra la crisis, el líder del PP también ha pedido austeridad en las cuentas públicas y rebajas de impuestos, y que los bancos ayuden a las pymes a crear trabajo, lo que es factible toda vez que las entidades financieras cuentan con un plan de ayuda de muchos millones de euros.