El banco también predice el «fin de los desequilibrios económicos globales» para el venidero ejercicio, ya que «la crisis financiera está obligando a los consumidores de EEUU a arreglar sus finanzas personales ahorrando más y gastando menos», al tiempo que «los mercados emergentes dependerán menos del consumo anglosajón».
Además, el informe señala que la recesión en Estados Unidos «se prolongará durante 2009 antes de recuperarse en 2010», toda vez que el citado reequilibrio conducirá a «un dólar más débil».
En el marco de ese reajuste, «Japón, la emergente Asia y Latinoamérica serán menos vulnerables a ese giro, mientras que Europa, Oriente Próximo, África y EEUU serán los más vulnerables».
Para afrontar la crisis económica, los gobiernos «probablemente» intervendrán con medidas fiscales y monetarias para amortiguar los efectos de la desaceleración.
En ese sentido, el informe apunta que «continuarán los paquetes de estímulo fiscal (a propuesta de los gobiernos), ahora que la ortodoxia fiscal se ha abandonado», al tiempo que las medidas gubernamentales se centrarán en apoyar a las familias.
«Los gobiernos -advierte- afrontan mayores costes de endeudamiento como resultado de correr mayores riesgos al comprar en el sector privado y aumentar el déficit presupuestario».
«Los bancos centrales -prosigue el informe- no acumularán reservas y podrían, incluso, reducirlas».
Al margen de EEUU, Merrill Lynch aborda la posible evolución de otras economías importantes, como la de la Eurozona, afectada por una incipiente recesión.
Fin a la exportación en Europa
«En la Eurozona, creemos que el crecimiento de la exportación está a punto colapsar y la crisis crediticia limitará la inversión», aunque «el consumo debería beneficiarse de los precios más bajos del petróleo», dice Klaus Baader, economista jefe de Merrill Lynch para Europa.
Sobre Japón, el banco estadounidense predice que el «país del sol naciente» puede «evitar la recesión por estrecho margen», debido al abaratamiento del crudo, que impulsará el consumo, y a que su economía depende más de sus exportaciones a Asia que a EEUU.
Respecto a China, el informe comenta que la «respuesta fiscal» de Pekín será «efectiva» y debería limitar la desaceleración de la economía nacional.
El petróleo, como se ha mencionado anteriormente, también centra la atención de los analistas de Merrill Lynch, que pronostica un precio de 50 dólares el barril para 2009, dada la caída de la demanda en los principales países consumidores.
«La pregunta clave es ‘¿cuánto puede bajar el petróleo?», opina Francisco Blanch, jefe de investigación de materias primas del banco norteamericano.
«El mayor riesgo bajista -agrega Blanch- sería un crecimiento de la economía china más débil de lo previsto».