La manifestación callejera oficialista y la postura opositora, expresada en un comunicado, sirvieron para dar inicio a una campaña que concluirá cuando en las urnas se decida si Chávez debe irse una vez que concluya su actual mandato en el 2013 o, por el contrario, seguir al menos hasta el 2019.
Entonces habrán transcurrido más de dos décadas desde su triunfo inicial en 1998, cuando a los 44 años puso fin a medio siglo de alternancia en el poder de «copeyanos y adecos» -por los partidos opositores democristiano COPIE y socialdemócrata AD- culpables, según el mandatario, del sinfín de problemas que sólo podrán resolverse estando él al frente del Gobierno.
En ello insiste Chávez para que se vote a favor de la reelección continua y para que se anule la única que ahora autoriza la Constitución, lo que se dirimirá dentro de dos meses en un referendo sobre esta cuestión. Será la Asamblea Nacional (AN, unicameral), de mayoría chavista, la que se encargará de redactar a partir de la próxima semana la correspondiente enmienda constitucional y tenerla a punto en enero. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ya ha dicho que tiene la capacidad técnica para que el referendo pueda celebrarse en febrero.
«¡Uh, ah, Chávez no se va! Si Dios quiere y me da salud, estoy listo para seguir con ustedes. Lo que Dios diga y lo que el pueblo mande», repitió insistentemente el gobernante, quien dice impulsar una revolución con rumbo a lo que llama socialismo del siglo XXI.
Horas antes de la fiesta en las calles por los diez años de Chávez en el poder y a favor de que siga ejerciéndolo, los partidos de la oposición expresaron formalmente su rechazo a la reelección, pero manifestaron su confianza en que la derrotarán «en las calles y en las urnas». «No, presidente, catorce años son suficientes», subrayaron en un comunicado, en el cual condenaron las «ambiciones ilimitadas de poder» que atribuyen al gobernante, quien, a falta de cuatro años para que concluya su actual mandato, se ha autoproclamado «precandidato» a las elecciones que en diciembre del 2012 decidirán para el período 2013-2019.
Una reelección rechazada
La oposición recordó que la reelección sin límites ya fue rechazada hace un año en otro referendo sobre esa y otras reformas, pero aclaró que, «si las instituciones no funcionan y permiten» que la propuesta sea votada nuevamente, está dispuesta a hacerla frente y «derrotarla con los votos de la gran mayoría de los venezolanos». Subrayó que rechaza «la propuesta reeleccionista por antidemocrática, inconstitucional, contraria al interés nacional y por intentar implantar un régimen militarista y autoritario que persiga a todo quien piense diferente al Gobierno».
Tras destacar que la oposición gobierna «a alrededor del 50 por ciento de la población del país» tras las elecciones municipales y regionales del pasado 23 de noviembre, el comunicado anunció que se ha constituido el «Comando Nacional por el No». Éste lo conforman «equipos que trabajarán en todos los rincones del país para derrotar la ambición de un solo hombre de perpetuarse en el poder», según la nota, que «ratifica la confianza en el voto como forma de resolver conflictos políticos».
Julio Borges, del partido Primero Justicia, dijo que la oposición está dispuesta a «dar respuesta legal, política, de calle o comunicacional» porque «no estamos aceptando pasivamente este referendo». «Es una situación de hecho y no de derecho ni de justicia» e «iremos a los tribunales a demandar la inconstitucionalidad» de la consulta, pero, a la par, «estamos preparados para la lucha en la calle» y luego para darla en las urnas, añadió.
«Da tristeza» que, «sin ninguna justificación, de la manera más egoísta del mundo, porque en lo único que (Chávez) está pensando es en perpetuarse en el poder», se distraigan recursos humanos y financieros en algo que «es un crimen contra el país», subrayó.