Ese planeta, uno de los aproximadamente cincuenta extrasolares conocidos como ‘Júpiter calientes’, arde debido a su rápida y cercana rotación alrededor de su estrella, cada dos días aproximadamente. Los astrónomos han predicho que este tipo de planetas gaseosos, que no pueden verse directamente y se estudian mediante el análisis de su atmósfera, contendrían vapor de agua. Sin embargo, hallar pruebas de ello no es fácil, y estudios anteriores han arrojado datos contradictorios.
Los científicos cuya investigación publica la revista Nature han hallado trazos de absorción de agua en el espectro de emisión del planeta (que es cuando los átomos y las moléculas de un gas caliente emiten luz a determinadas longitudes de onda, con la producción de líneas brillantes), lo que indica la presencia de vapor atmosférico.
Los astrónomos estudian los espectros -tanto de emisión como de absorción- para averiguar características de los cuerpos celestes, como su composición, su temperatura, su densidad o su movimiento.
Los ‘Júpiter calientes’
Los autores del estudio destacan la importancia de validar y delimitar los modelos que se aplican al estudio de los ‘Júpiter calientes’, ya que son astros que no pueden verse directamente y se estudian a partir de deducir información sobre su atmósfera observando un subconjunto de ellos que transitan, o pasan frente a sus estrellas, desde el punto de vista de la Tierra.
Un ‘Júpiter caliente’ es un tipo de planeta extrasolar cuya masa está cerca de, o excede, la de Júpiter (el mayor cuerpo celeste del Sistema Solar después del sol), pero a diferencia de éste orbita en un radio más cercano a su estrella madre.
A principios de 2007, el telescopio espacial de la NASA Spitzer se convirtió en el primero en analizar, o desmenuzar, la luz de dos ‘Júpiter calientes’ en tránsito, «HD 189733b» y «HD 209458b». Se calcula que aproximadamente una cincuentena de los más de 200 planetas conocidos fuera de nuestro Sistema Solar, llamados exoplanetas, son del tipo «Júpiter caliente».