Entre los aspectos más destacados de esta reglamentación se encuentra la limitación a una sola moto por piloto, con un tope máximo de revoluciones en función de si los motores son de dos, tres o un máximo de cuatro cilindros, nunca dotados de pistones ovales o válvulas neumáticas.
Los motores de cuatro cilindros no podrán sobrepasar las 16.000 revoluciones por minuto (rpm) y los 53 kilos de peso, mientras que los de tres estarán en 15.500 rpm y 50 kilos y los de dos en 15.000 rpm. y 47 kilos.
Además se limita la gestión electrónica de la inyección a una centralita única (ECU) producida por un único fabricante y con un precio máximo de 75.000 yenes (unos 650 euros).
Tampoco será posible el empleo de sistemas de frenado de carbono, se limita el cambio de marchas a un máximo de seis velocidades y el peso mínimo de las motos deberá ser de 135 kilos para las cuatro cilindros, 130 para las tres cilindros y 125 kilos para las motos de dos cilindros.
Una moto por carrera
Los pilotos de ‘Moto2’ sólo podrán trabajar con una moto por carrera y dispondrán de dos motores, cuyos números de serie deberán ser notificados en el Control Técnico el día antes de los primeros entrenamientos.
Un motor, excluido el sistema de escape, cuerpo de inyectores y centralita electrónica (ECU), usado en una carrera, podrá ser vendido a otro competidor en esa misma prueba por un precio máximo de 20.000 euros y siempre después de solicitar por escrito a la Dirección de carrera la operación en el período de reclamaciones, hasta sesenta minutos después de la conclusión oficial de la carrera.
El equipo que se niegue a realizar la operación de venta de su motor, si la misma ha sido gestionada en los plazos establecidos, será descalificado.
La FIM aprobó la creación de la categoría de ‘Moto 2’ con el objeto de conseguir una cilindrada mucho más económica que la actual 250 c.c., después de la escalada de presupuestos que se han producido en ésta en los últimos años.