La gran incógnita consistía en si Calderón iba a viajar finalmente a Barcelona después de haber sufrido el viernes un cólico nefrítico. Antes de la comida, a la que asistieron una treintena de invitados, entre ellos el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), José Luis Astiazarán, ambos presidentes escenificaron las buenas relaciones institucionales que mantienen ambos clubes y las personales entre los dos presidentes.
Prueba de ello fue que tras la asamblea de socios madridistas, Laporta realizó unas declaraciones en defensa de Calderón y hoy el presidente del Real Madrid elogió los logros conseguidos por el presidente del Barça desde que llegó al club barcelonista.
En cuanto al partido, Laporta explicó que en el caso de que su equipo ganara hoy, ello no supondría un golpe definitivo a la suerte de la Liga. «Ganar esta noche serían tres puntos, incrementaríamos la diferencia con el rival más directo que siempre hemos tenido (…) e iríamos por el buen camino, pero en ningún caso decidiríamos la liga», afirmó.
Laporta admitió la existencia de euforia en el entorno barcelonista, algo lógico debido a la buena trayectoria del equipo. «No podemos hacer nada ante esto. Lo importante es que los futbolistas sigan teniendo los pies en el suelo y los tendrán porque el entrenador se encarga de ello», dijo.
Calderón, «como en casa»
Ramón Calderón aseguró que en este tipo de reuniones con los directivos del Barcelona, su equipo dirigente se siente «como en casa» y que nunca se han producido salidas de tono, ni tampoco en el palco.
En cuanto a la situación deportiva por la que atraviesa el Real Madrid, a nueve puntos del Barça y con un nuevo entrenador -Juande Ramos-, después de haber sido destituido hace pocos días Bernd Schuster, Calderón aseguró que no le gusta «nada» que ocurran estas cosas.
«Me gustaría que fuera al revés, sacar no 9, sino 14 puntos hoy al Barcelona, pero una vez que eso ocurre y que no depende de nosotros, yo me alegro por este señor que tengo a mi derecha, que se llama Joan Laporta, y que seguro que será recordado durante muchísimos años, cuando ya no esté», bromeó.
El dirigente madridista recordó que hace un par de años (temporada 2006-07), el Madrid también llegó en una situación parecida a la actual, «de goleada y de manita», y al final su equipo logró empatar (3-3) aquel partido.
«Ahora tienen una buena ventaja, pero también recuerdo unas Navidades (2003) en las que les sacábamos 18 ó 19 puntos y al final de la Liga, ellos remontaron y nos sacaron al final 5 ó 6», dijo.
El menú que degustaron los comensales estaba compuesto por unos aperitivos, una crema de pularda con trufas, un cabrito ‘embarrado’ a la cuchara, crema catalana y turrones.