A juicio de Strauss-Kahn, para prevenir la recesión global es necesario primero restaurar la confianza, para lo que hay que afrontar una intervención estatal, clara, integral y de cooperación. Además, también hay que abrir los flujos de crédito, garantizando los depósitos a los acreedores, y contener el desplome de la actividad privada. Strauss-Kahn cree necesario aplicar políticas activas para evitar que la crisis se prolongue «más allá de finales del 2009 o comienzos del 2010».
Strauss-Kahn mostró su preocupación respecto a la evolución futura de la economía en el 2009 «porque la reacción actual por parte de los Gobiernos está mal inspirada y es muy dudosa en cuanto a su implantación». En este sentido, reclamó un poco de coherencia y organización a las economías internacionales, dado que ya se ha pasado de la «ira al miedo».
«La comunidad internacional tiene que dar respuestas y apostar por la humanidad y la transparencia más que la opacidad y la codicia», denunció, al tiempo que advirtió de que las medidas tomadas «no han sido suficientes y necesitamos más».
De no llevar a cabo este cambio de valores se pueden producir disturbios sociales, advirtió.
Sobre estos cimientos, «hay que ser capaces de reorganizar la economía», dentro de lo cual la prioridad es acelerar el gasto fiscal, algo que, según reconoce, a largo plazo provocará un aumento de la deuda.
Asimismo, Strauss-Kahn volvió a insistir en que los mercados financiero sólo funcionan correctamente si hay una buena supervisión, para lo que exigió un mejor sistema de regulación. «Se está pasando de la ira al miedo».
Respecto a las decisiones de estos cambios, Strauss-Kahn volvió a apelar al FMI como coordinador, y recordó que el G20 no incluye a todos los países interesados, como España.
En cualquier caso, aseguró, «hacen falta más cambios y algunos pueden surgir del G20».
Deflación no es amenaza
En medio de esta crisis global, Strauss-Kahn descartó que la deflación pueda ser una amenaza en la coyuntura actual y añadió que el organismo está más preocupado por el crecimiento económico.
Según el director gerente del FMI, la inflación actual es «muy baja» y, aunque «siempre hay riesgos», la preocupación es «mucho menor» que hace unos meses.
Asimismo, Strauss-Kahn destacó que el hecho de que España no haya recapitalizado a sus bancos es «una señal de robustez y no de debilidad», al tiempo que se mostró convencido de que, si hace falta, las autoridades españolas emprenderán las acciones pertinentes para ello.