Por otro lado, Strauss-Khan defendió las previsiones realizadas por la institución internacional tanto para la economía mundial, como para España, para la que prevé una contracción del al menos el 1% para 2009, y señaló que, aunque hayan sido calificadas como pesimistas, se ha demostrado que estaban en lo cierto.
«Comprendo que los gobiernos deban sentar bases para la confianza y no se limitan a lo más cercano, pero a nosotros nos corresponde decir la verdad y a veces cometemos errores. Se nos ha criticado por ser pesimistas, pero se ha demostrado que tenemos razón, aunque nos gustaría equivocarnos», dijo el economista francés.
Por su parte, el ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, calificó de «riguroso» el informe sobre la economía española publicado el pasado 10 de diciembre por el FMI y reconoció que en el tema de las previsiones el Fondo adopta una posición lo más realista posible dentro de la banda distinta que puedan adoptar de los gobiernos nacionales.
No obstante, el ministro subrayó la voluntad de lograr que estas previsiones del FMI no se cumplan, admitiendo que algunas de las recomendaciones realizadas por la institución como las referidas a reformas estructurales para salir en las mejores condiciones posibles de la crisis, así como la necesidad de corregir desequilibrios como la vivienda o el déficit por cuenta corriente están de acuerdo con la opinión del Gobierno.