Según han informado fuentes jurídicas, Andreu recibió este miércoles a las 9 de la mañana un escrito del querellante, un intermediario italiano llamado Desiderio Rosatto, en el que le anunciaba que retiraba las acusaciones contra Sanz, por lo que, acto seguido, el juez avisó a Sanz de que ya no tenía que responder de esas acusaciones
En su querella, interpuesta contra Sanz y otros, Rosatto aseguraba que el ex dirigente madridista le adeudaba 2,4 millones de euros a cuenta de esa operación inmobiliaria en Cannes.
Una extraña operación
Según la querella, Sanz contactó con Rosatto para vender, a través de la sociedad Sarl Paradisio, de la que es accionista, un edificio situado en la citada localidad francesa.
Rosatto consiguió un comprador, la sociedad Ristrutturazione Inmobiliaria Roma, que pagó a Sanz 1,2 millones de euros a la firma del contrato de arras.
Sin embargo, Sanz decidió finalmente no efectuar la venta, por lo que se vio obligado a pagar el doble de la señal recibida, es decir, 2,4 millones de euros.
Dinero que no llegó
La querella añadía que, el pasado mes de febrero, el ex presidente del Real Madrid envió a Rosatto un documento en el que aseguraba haber realizado una transferencia por ese importe a través del Club Deportivo Mérida y aportaba un resguardo de la operación.
El querellante, sin embargo, afirmó que no recibió cantidad alguna y que el resguardo es falso.
Sanz acudió el viernes a la Audiencia Nacional, donde el juez le dio traslado de la querella y le citó este miércoles para tomarle declaración como imputado.
El pasado 26 de septiembre el ex presidente del Real Madrid fue detenido durante unas horas en Córdoba también en relación con un presunto delito de estafa, a consecuencia de la denuncia interpuesta por una entidad bancaria.