A pesar de todo, insistió en que el impacto total en la economía española es «claramente limitado», aunque admitió que es «imprescindible» revisar algunos elementos del sistema financiero que hasta ahora han funcionado con «absoluta falta de control. De esta lección tenemos que aprender todos y sacar conclusiones», subrayó.
Solbes aventuró que estafas como ésta se seguirán produciendo, por lo que apostó por reformar el sistema financiero para evitarlas en la medida de lo posible y «echar marcha atrás» hacia un sistema de control más tradicional y que conserve algunos de los elementos obtenidos en los últimos años gracias a la innovación financiera.
«Hay que ver bien las reformas que hacen falta para no generar más dificultades», señaló el vicepresidente, tras considerar que lo peor de la estafa Madoff es constatar que los instrumentos de control no han funcionado de la forma debida.
En este sentido, se mostró sorprendido ante el hecho de que una estafa «de esta dimensión» no se haya descubierto antes, y aseguró que demuestra que el país que todo el mundo consideraba la referencia del sistema financiero, en alusión a EEUU «ha fallado. También pueden fallar otros, pero han sido demasiados los eslabones que han fallado durante tanto tiempo», señaló tras considerar de nuevo «imprescindible» una revisión del sistema y una reflexión sobre si es «óptimo o suficiente».
Dos nuevas subastas del FAAF
Solbes también anunció que las dos próximas subastas del Fondo para la Adquisición de Activos Financieros serán una a mediados de enero y la otra, «no más tarde» de la primera semana de febrero. Durante su intervención en el foro Cinco Días, Solbes informó de que mañana se reúne el Consejo Rector del fondo para las características de la tercera y cuarta subastas, con cargo al Tesoro, para comprar activos a bancos y cajas.
El ministro mostró nuevamente su satisfacción por el «buen funcionamiento» del fondo pese al escepticismo de «algunos» tras celebrarse la primera puja, el pasado 20 de noviembre y en la que no se adjudicó ni la mitad de los 5.000 millones.
Solbes explicó en que el Gobierno siempre confió en que al sistema de asignación de recursos había que darle tiempo y era necesario despejar la incertidumbre sobre posibles recortes de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.
El sistema de subasta ha sido «asimilado» por las entidades, entre las que existe competencia para conseguir liquidez, y prueba de ello es los más de 9.000 millones adjudicados en las dos primeras pujas.
A partir de este momento, dijo, lo «importante» es que esos recursos se destinen a familias y empresas, por lo que aseguró que el Ejecutivo hará un seguimiento del crédito.
Sin embargo, el vicepresidente económico mostró su confianza en que bancos y cajas lo harán, con el fin de que familias y empresas solventes consigan créditos.
Solbes aclaró además que no habrá nuevas medidas de impulso de gasto, y sólo las habrá si van acompañadas de austeridad en otras partidas, como compromiso de la sostenibilidad fiscal a medio y largo plazo.
Por otro lado, el vicepresidente ha afirmado que no se pueden acometer más estímulos fiscales sin recortar el gasto en otras partidas. De este modo se ha mostrado partidario de esperar «a que maduren las medidas tomadas por el Gobierno» para hacer frente a la crisis financiera.
Asimismo ha avanzado que convocará la mesa de reformas estructurales para el mes de enero con el objetivo de poner en marcha una serie de reformas: la reforma del sector servicios, liberalizándolo, y la puesta en marcha de una ley sobre organismos reguladores para que disminuya «la incertidumbre regulatoria».
La mesa también quiere acometer, según Solbes, la liberalización en el sector del transporte; en concreto, las concesiones del transporte de viajeros por carretera, la reforma de la ley de puertos, la reforma de aeropuertos y del transporte ferroviario y de mercancías.
En otros ámbitos también se quiere modificar la regulación de la relación entre notarios y registradores y reformar la ley concursal para simplificar el concurso de acreedores y aclarar conceptos imprevistos.
Moderación salarial y deflación
El vicepresidente económico, además, apostó por analizar la moderación salarial y por tener en cuenta las previsiones de IPC para el año que viene a la hora de revisar el Acuerdo de Negociación Colectiva para el 2009, ya que la media que alcanzarán los precios del próximo ejercicio se situará por debajo del 2% que contemplan los convenios.
«Decisiones que supongan una caída de empelo y de empresas por negociaciones salariales de otro tipo no son razonables ni en esta ni en ninguna circunstancia», indicó Solbes, tras resaltar la importancia de introducir estos elementos en el debate con los agentes sociales.
En este sentido, aseguró que el paro es la «obsesión y el principal centro de la política del Gobierno», e insistió en que la intención del Ejecutivo es no alcanzar la cifra de cuatro millones de parados.
Solbes hizo un repaso a la situación actual de la economía y reconoció que la economía mundial atraviesa una etapa «extraordinariamente difícil», que supone un posible riesgo de recesión para el conjunto de las economías desarrolladas, también para España.
En este sentido, aventuró que la situación española será «algo más difícil» en el 2009, con un menor crecimiento y un aumento adicional de la tasa de paro, aunque rechazó la posibilidad de hacer previsiones porque pueden quedar desfasadas con «inusitada rapidez».
«Es cierto que pensamos que la economía aún puede deteriorarse más en los próximos meses», señaló Solbes quien, sin embargo, confió en que toque fondo en la segunda mitad del 2009, cuando empiecen a remitir los shocks y se empiecen a notar las medidas adoptadas por el Gobierno.
Sí habló de cifras de déficit y aseguró que considera que en circunstancias excepcionales como las de ahora se puede superar el límite del 3% que marca el Pacto de Estabilidad, aunque tiene que ser siempre una desviación «no excesiva y temporal».
Así, recordó que un incremento del déficit supone un incremento de la deuda pública que, en años posteriores, puede limitar las posibilidades de actuación del Gobierno. «Sigo muy prudente en la teoría de superar el 3%»; dijo Solbes, tras apostar por regresar por debajo del 3% lo antes posible. «Una referencia de tipo fiscal es fundamental», subrayó.
De cara al futuro, consideró que el impulso fiscal del Ejecutivo, el recorte de los tipos de interés y los descensos del crudo y del IPC «pueden y deben permitir» una gradual vuelta a una mejor situación económica. En este sentido, rechazó la posibilidad de la deflación en España, aunque aventuró una caída «significativa» de la inflación en los próximos meses.
Según Solbes, la política española se enfrenta a dos retos: suavizar el fuerte impacto de la crisis financiera en la actividad económica, las familias y las empresas, y continuar trabajando en un modelo de crecimiento «más equilibrado», redoblando el impulso de las reformas estructurales, y asegurando que no supongan un obstáculo cuando llegue la recuperación.